El Trastorno Por Déficit De Atención con o sin Hiperactividad TDAH, se caracteriza básicamente por la presencia de síntomas como la inatención, impulsividad e hiperactividad; dentro de las conductas que presentan en la inatención puede ser que pierdan objetos, tales como útiles escolares, ropa, utensilios etc.; pueden dejar tareas a medias porque se distraen fácilmente y después no recuerdan como terminarlas.

De igual manera conductas que pueden presentar por la impulsividad es la constante precipitación al momento de realizar tareas sin atender las indicaciones hasta el final, no organizan y no planifican las tareas asignadas; siguiendo la misma línea otro síntoma que presentan los pequeños que sufren hiperactividad es que mantienen una inquietud motora constante, hablan mucho y les cuesta trabajo permanecer en un lugar, en general mantienen poca prudencia lo que les lleva a sufrir accidentes constantes.

Por lo regular son los padres, o profesores, quienes alertan de un posible TDAH toda vez que detectan dificultades en el comportamiento y/o en el aprendizaje del pequeño. Sin embargo, para realizar un diagnóstico certero de TDAH será indispensable una entrevista clínica con los padres y otra con el niño, esto con el objeto de establecer la historia de su desarrollo tanto físico, biológico, social y psicológico.

Las pruebas médicas complementarias como, análisis, electroencefalograma, tomografía o resonancia, no son necesarias a menos que exista una indicación médica específica Así mismo una evaluación del nivel de atención, lectura y cálculo podrían ayudar a recabar información objetiva para planear el mejor procedimiento para el apoyo psicopedagógico.

El tratamiento del TDAH contempla un abordaje con un equipo multidisciplinario formado por médico, psicólogo, psiquiatra, profesores y cuidadores; en este equipo se debe dar una buena coordinación entre ellos, para crear un apoyo efectivo a las dificultades que presenta el trastorno y a las diferentes comorbilidades que pudiera presentar.

Si bien el tratamiento farmacológico considera dos fármacos específicos para el TDAH: el metilfenidato (MTF) y la atomoxetina (ATX), tienen ventajas como inconvenientes y solo deberán ser administrados bajo prescripción y supervisión médica.

Por otra parte, el tratamiento psicológico se orienta hacia los padres, al pequeño y con el colegio al que asiste para que al aplicar técnicas conductuales en ambos contextos se obtengan buenos resultados en los dos ambientes. Por ende, se hace necesario informar a los padres en que consiste el trastorno, la manera en que se trabajara con el pequeño y acompañarlos durante el entrenamiento para el manejo de conductas disruptivas que presenta el niño, así como de las estrategias de interacción-comunicación con la finalidad de mejorar las habilidades sociales y la resolución de problemas.

En cuanto al Tratamiento directo con el niño será ahondar en los pensamientos automáticos que se ha generado a través de las experiencias negativas  que ha tenido y evitar que su autoestima pueda empeorar, por lo mismo el tratamiento psicológico deberá ir en dirección de  favorecer su autocontrol emocional, conductual, y el control de impulsos, enseñándole a detectar sus propias señales de alarma, apoyándolos con técnicas de  relajación, distracción y reestructuración de pensamientos negativos.

Por ultimo las recomendaciones que hacen Buisán, Carmona, García, Noguer & Rigau (2009), son:

• Dar una instrucción a la vez.
• Que las instrucciones sean claras y concisas.
• Mantener un buen contacto ocular en las explicaciones verbales. Acompañarlas de gestos y, si es posible, de imágenes. Asegurarse que reciben claramente el mensaje.
• Proporcionar un entorno simple, con pocos objetos, fácil de ordenar.
• Ayudarles a organizarse, reservando un sitio para cada cosa y anunciándolo con recordatorios visuales.

 En el colegio                                                                              

• Recomiendan tenerlos sentados en las primeras filas.
• Presentar las tareas de forma novedosa, de manera que atraigan su atención.
• El material escolar debe ser simple y de ser posible también austero para evitar distracciones innecesarias.
• Informarles sobre lo que se hablará el próximo día.
• Anunciar lo que se dirá antes de decirlo. Después decirlo. Y después repetir lo que se acaba de decir.
• Fraccionar las tareas en partes pequeñas y hacer que las muestren cada vez.
• Hacerle notar que es normal cometer errores y tener que corregirlos.
• Reforzar positivamente.
• Promover actividades extraescolares en las que puedan ser brillantes.
• Reconocerles públicamente un buen comportamiento o trabajo.
• Permitirles utilizar apuntes de otros compañeros y ayudas complementarias:
• Siempre que sea posible facilitarles un compañero de soporte para las asignaturas que les son difíciles.
• Concederles más tiempo para acabar tareas o exámenes escritos.
• Facilitar exámenes orales y de partes más cortas.

     Referencias

Buisán,N., Carmona. C., García.K., Noguer, S. & Rigau, E. (2009). El niño incomprendido. Edit. Amat. España.

 Fiuza, M., Fernández, P. (2014). Dificultades de aprendizaje y trastornos del desarrollo Manual didáctico. Pirámide. España.