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La sociedad, el hombre y la educación

 

Por Juana Mirando Barrera

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Por Juana Mirando Barrera

Los problemas sociales se pueden considerar desde diferentes puntos de vista. Los problemas son problemas humanos que se estudian en dos vertientes: lo abstracto y lo concreto; ya que en el fondo de nuestra naturaleza se encuentran los cimientos de toda vida social. La sociedad es esencialmente teológica, tiene un fin y ese fin es el hombre, lo mismo en lo abstracto que en lo concreto. La sociedad es para el hombre, existe por él y para él. Este hecho siempre es el mismo. El hombre no fue creado para hacer de la sociedad el fin, es la sociedad la que debe servir para que el hombre pueda alcanzar su mayor potencial. Es importante decir, qué si el hombre radica en sociedad, ese fin es tan dinámico como la vida humana. Y esto se puede ver en los éxitos y fracasos en el transcurso de su historia.

DESARROLLO.

El ser humano tiene diferentes componentes como son su constitución física, su temperamento, su carácter, su voluntad y la inteligencia; así como el sentido que le da a su vida y sus valores. Por ejemplo, en cuanto a su constitución física que el rostro, el peso, la estatura y nuestra complexión es lo que nos hace ser de una misma especie, pero que nos distingue individualmente. En lo referente a nuestro temperamento según Erich Fromm, califica a los individuos como flemáticos, sanguíneos, coléricos y melancólicos, hasta otros más elaborados como los de Jung, Kretschmer. Nuestro temperamento explica muchas de nuestras reacciones, espontaneas y directas; aunque se pueden dominar los impulsos temperamentales estos hacen un acto de presencia en nuestra conducta, pero no la determinan. El temperamento que imprime el hombre señala o nos revela su modo de ser. A diferencia del temperamento el carácter se forma, se educa y se moldea. Esto mediante la adquisición de hábitos en el transcurso de la vida, es decir, educar a un individuo es formar su carácter. Es crear y estructurar sus formas de pensar, de querer, de juzgar, de preferir, de hablar y de decir influye en la formación de su carácter no solo las facultades espirituales del hombre su voluntad e inteligencia sino factores externos como los educadores y las condiciones ya sean positivas o negativas de nuestro medio social. En el carácter se ajusta o desajusta la personalidad y la adaptación de cualquier individuo a la sociedad. Por eso se puede decir, que es la historia personal de cada hombre es donde puede lograrse la armonía de la materia, el espíritu, la coordinación de los sentimientos, la inteligencia y la voluntad. Pero también es donde la conciencia da testimonio del desequilibrio interno, de la desintegración del yo, del conflicto entre impulsos, normas deseos, ideas y aspiraciones. Por lo cual nuestro carácter hace posible la adecuación del hombre con sus semejantes en el seno de la convivencia, y es donde cada hombre puede conquistar o perder la conciencia de su identidad. En cuanto a la voluntad es el amor que se da, el que se entrega voluntaria y libremente al ser amado, por ser este quién es y para que sea más él mismo. Es necesario mencionar que el egoísmo como amor propio es la negación de verdadero amor. La voluntad es la apertura a lo positivo en todas sus manifestaciones. Por ejemplo, Víktor Frankl nos dice que hay que darle sentido a nuestra vida, ya que la manera en la que vemos el mundo, es cómo queremos vivir y es por lo que damos el máximo de nosotros mismos cada día.

RESUMEN.

Es importante la convivencia, pero a la vez los hombres somos enemigos de ella; por lo cual es importante que aprendamos a convivir ya que para dar hay que recibir y viceversa, libres de egoísmo con madurez e inteligencia emocional para saber resolver de manera adecuada los conflictos; ya que la madurez nos ayudara a la integración personal y social. Así mismo si se nos forma un carácter y unos hábitos adecuados esto nos ayudará a vivir en sociedad y a ser mejores seres humanos y por lo tanto tener una convivencia más adecuada con nuestros semejantes, por lo cual es necesario que nuestro núcleo familiar se nos inculquen valores para que cuando llegue el momento de convivir con otros podamos relacionarnos de manera adecuada evitando conflictos y de esta forma ayudando a la sociedad a tener mejores hombres con mejores sentimientos para lograr una armonía dentro de nuestra sociedad.

 

BIBLIOGRAFIA.

Jung, G, C. Formaciones del Inconsciente, Paidós. Psicología

Profunda.

Cloninger, C.  Susan. Teorías de la Personalidad. Pearson Prentice Hall.

Fromm, Erich. El Arte de Amar. Paidós, Barcelona Buenos Aires, México.

Friedrich, Nietzsche. Más allá del bien y del mal. Filosofía, Edición Integra.

Vygotsky, lev. Pensamiento y Lenguaje. Paidós.

Lukas, Elisabeth. El Sentido de la Vida. Viktor E. Frankl.

Diplomado en psicología clínica

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