Por Mtro. Rubén Gallardo Vargas
México se enfrenta hoy en día sin duda a una de las más grandes
transformaciones de todos los tiempos, es en este siglo cuando la vida de las
sociedades nacionales se ve más trastocada en sus estructuras por una
interdependencia global cada vez más pragmática. El cambio de las eras durante
el transcurso de la humanidad se ha dado por la necesidad de las sociedades de
evolucionar hacia una relación capaz de darles a los individuos estabilidad en
todos los ámbitos de su existencia.
Partiendo de esta idea, las instituciones encargadas de impartir educación, deben
ser audaces para insertarse en la vida global, con el firme propósito de
proporcionar a los alumnos las herramientas que les permitan hacer frente a un
alto grado de calificación para cada uno de los empleos, no importando que
sector o puesto se solicite.
La era industrial que fue un catalizador gigantesco para dar forma a la sociedad
que conocemos hasta hoy, es sin duda el gran lastre que hoy en día detiene a los
países en vías de desarrollo o también llamados emergentes, para alcanzar al tan
deseado crecimiento económico. La era digital que estamos abandonando para
incorporarnos a la era del conocimiento, nos dejó a los países en desarrollo el
ejemplo palpable de la pesada loza que sugiere querer resolver problemas de la
era digital con soluciones provenientes de la era industrial.
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