Constantemente nos como padres nos encontramos con diversa información que nos hablan de los cambios que se producen debido al desarrollo de nuestros hijos. Sin embargo, como un teléfono descompuesto, entre boca y boca se distorsiona la información. Por lo tanto, he querido relatar y describir ciertos cambios que son naturales y esperados para el desarrollo de nuestros hijos que van desde los 15 meses hasta los 4 años, mejor conocidos como los terribles dos años.

     Estos cambios que se han visto en todas las partes del mundo y forman parte del crecimiento de nuestro pequeño. Lo que realmente causa intriga y preocupación es que estos cambios pasan sin importar el esfuerzo que como padres ponemos para criar a nuestros hijos, lo que conlleva a un pensamiento poco positivos de nosotros mismos como padres.

     A continuación, relatare los seis cambios que se presentan en esta etapa, cabe resaltar que cada hijo es único y diferente, por lo que no es de preocuparse si están todos los cambios o solo algunos:

• Apetito ondulante y neofobia: este cambio se presenta debido a que al principio nuestros hijos requieren demasiado alimento para poder seguir creciendo y desarrollándose, pero como todo proceso llega en un momento en que esto se detiene, por lo que, nuestro hijo deja de comer como lo hacía porque su crecimiento de detuvo de manera natural y no necesita comer la misma cantidad que antes. La neofobia es el miedo a consumir alimentos nuevos, esto sucede debido a que ciertos alimentos se dejan de consumir constantemente y por lo tanto cuando reaparece en el plato, el niño como comportamiento evolutivo protector, evita comerlo.
• Regresiones del sueño: esto sucede debido a que a que el aprendizaje de nuestro hijo va aumentando por lo que requiere el tiempo de la noche para seguir procesando toda la nueva información que acaba de recibir durante el día. Por consecuencia, aparecen los monólogos de cuna, el terror nocturno y las pesadillas.
• No se dejan cambiar el pañal: esto pasa debido a que el niño se siente arrebatado de su autonomía e independencia, debido a que una persona mayor grande y más fuerte que él, le impone a quedarse acostado sin poder realizar lo que él realmente quiere. La recomendación es que el niño sea cambiado de pie, en un cambiador tipo pikler.
• Empieza la autoexploración: es importante que comprendamos que al igual que los adultos, los niños tienen terminaciones nerviosas y por lo tanto a manera de conocerse su propio cuerpo y conocer sus propias sensaciones empieza la autoexploración. Lo recomendado es nombrar la parte de su cuerpo por su nombre real sin apodos, es decir, “vulva y pene”, como, por ejemplo, hijo/a te estas tocando tu pene/vulva. Al igual que validar y redirigir el estímulo es muy importante. Como, por ejemplo, “te entiendo se siente bien y es agradable, al igual debes de saber que lo hacemos en la intimidad, cuando estés solo en tu cuarto o en el baño. Esto le ayudara a permitir la autoexploración sin rechazo o represión, pero a la vez, en un lugar apropiado.
• Mi hijo es desobediente: empiezan las frases de “no”, “yo solo”, “no quiero”, “no me gusta”, etc. Probablemente nos empezamos a sentir retados ante las nuevas limitantes que mi hijo coloca y que antes no hacía. A esto se le llama Nacimiento Psicológico, se empieza a generar una diferenciación, que separa al hijo y a la mamá, y empeza a seguir el “yo existo” y “yo soy yo”, que permite al niño tener su sentido de individualización y de autonomía.
• Ansiedad por separación: la ansiedad por separación sucede debido a que su figura de apego, ya sea mamá o su cuidador principal, se alejan de él y ya no los puede ver más o acudir hacia ellos, se presenta como un mecanismo de defensa, ya que la persona con quien se sienten seguros y protegidos, no están en ese momento para él.

Referencias

Molina, M. (2023, 17 de septiembre). Taller Terribles y Maravillosos Dos Años (taller). Los terribles dos años MID-HEART, Bogotá, Colombia. Vía Zoom.