En un artículo que recientemente leí, me topé con una pregunta interesante, “¿Acaso estamos formando jóvenes para el desafío de los ambientes digitales de aprendizaje y los escenarios académicos laborales de los próximos años?”. Como docente y psicóloga educativa de nivel medio superior debo decir que ésta pregunta me llevó a cuestionar la congruencia que existe entre la forma de afrontar esta 4ta Revolución Industrial en relación directa con la Educación 4.0 que tanto se habla y poco se favorece, tal hecho lo veo en la modalidad de Educación a distancia que propone la SEP como organismo público y rector de educación en México y que a todas luces dista de promover una educación de calidad, como lo menciona nuestra constitución por cierto, y, mucho menos de parecerse a una Educación 4.0. ¿Por qué? Porque de acuerdo a sus criterios de evaluación, sobre todo ahora con la contingencia mundial por Covid-19 están muy lejos de promover el tipo de profesionistas, fuerza laboral o mano de obra que se necesita para tener una calidad de vida adecuado y un futuro sobresaliente, al menos para los estudiantes más ambiciosos, que se adapten a las nuevas formas de concebir la realidad biotecnológica a la que estamos transicionando justo ahora.

Desde la perspectiva de transformación industrial, las revoluciones que nos han precedido se entienden como una sucesión enlazada de transformaciones tecnológicas (Xing y Marwala, 2017). La primera revolución fue catalizada por los descubrimientos de Newton y la construcción de motores de vapor para una industria que comenzó a desplazar la mano de obra (Demartini and Benussi, 2017). La segunda está enmarcada por las transformaciones en la producción y en la vida cotidiana que trajo la electricidad; la tercera revolución para Xing y Marwala (2017) se identifica con la revolución electrónica. La cuarta revolución industrial, entre otros elementos, se caracteriza por entornos y métodos que incorporan la digitalización, la inteligencia artificial, el desarrollo en machine learning, la automatización de la industria, la integración horizontal y vertical de los procesos de producción, entre otros elementos. Cada revolución ha ido redefiniendo nuestros valores, y la concepción del hombre ante el mundo, a la par la educación ha sido el laboratorio para producir la mano de obra que responda a los escenarios sociales, de producción y de empleo que se han ido necesitando, no por nada, se sigue manteniendo la estructura de las escuelas en un entorno más parecido a la industria (la disposición del mobiliario, los colores, el organigrama, los programas).

La Educación 4.0 surge como modelo de respuesta a la 4ta Revolución industrial, es pragmática. Su inclinación por las soluciones y la utilidad denota el vínculo que tiene con el sector productivo. No se trata de utilizar la fuerza física, sino la inteligencia para lograr el éxito empresarial. Esta idea simple implica un cambio cualitativo en la estructura funcional de las organizaciones, ya que requiere reemplazar la mano de obra por el talento. Sin embargo, las condiciones actuales de la Educación en México, desde mi punto de vista, no están considerando en lo absoluto esto, desafortunadamente lo que se ha hecho es adaptar a lo virtual las viejas formas y maneras de enseñar y ya ni hablar de evaluar, en lugar de adaptar nuestra pedagogía a lo digital, expandir nuestra visión de la educación como mecanismo de respuesta los empleos del futuro. Alumnos que tomen iniciativa, que tengan curiosidad por la investigación, que desarrollen su creatividad en entornos autodidactas y donde aprendan a hacer uso responsable de su libertad y autonomía, programas educativos que respondan a las necesidades sociales, económicas y laborales del SXXI, flexibilidad en los criterios de evaluación, entre otros.

Se puede proponer que la Educación 4.0 es una tendencia educativa en donde convergen estrategias didácticas innovadoras y perspectivas de aprendizaje de vanguardia, para desarrollar talento capaz de tomar decisiones creativas y viables, a través del enfoque por competencias sustentado en el constructivismo, con la intención de lograr el éxito en estructuras sociales o laborales digitalizadas. En otras palabras, busca capacitar a profesionales que puedan adaptarse a la dinámica de los avances tecnológicos en sectores estratégicos para el desarrollo económico, social y educativo.

No podemos hablar de Educación 4.0 y Revolución 4.0 sin tener en cuenta el contexto económico de nuestro país, muchos alumnos, en medio de este aceleramiento que se está experimentando más vívidamente a raíz de la pandemia, han caído en el rezago educativo por no contar con los medios económicos suficientes, a causa del desempleo y pobreza que existe en México, para tener a su alcance conexión a internet y un dispositivo móvil donde puedan conectarse al mundo, afortunada o desafortunadamente  se está privilegiando la conexión con las entidades más que con las personas, lo cual también pone sobre la mesa la Ética de la tecnología en la era digital.

Para concluir, no puedo dejar de pensar en la ley de la Selección Natural de Darwin, pese a que tiene miles de años de existencia, creo que seguirá siendo una constante, no importa cuán sofisticado sea el entorno social, siempre prevalecerá el más apto, el más capacitado, el más hábil, el más competente y bajo estas circunstancias tristemente hay personas que nacieron en las condiciones equivocadas.

Referencias

Flores Olvera, D., & Guzman Gamez, F. J. (s. f.). Educación 4.0 Origen para su fundamentación. Benemerita Universidad Autonoma de Puebla. Recuperado 20 de julio de 2021, de https://www.adayapress.com/wp-content/uploads/2020/09/contec17.pdf

Martinez Ruiz, X. (2019). La Industria 4.0 y las pedagogias digitales. Innovacion Educativa, 19(79), 07–12. https://drive.google.com/file/d/1rxAufe1k-NFS42U6vBzW8SXk8JtCiAHK/view