Introducción

El presente trabajo aborda el tema de la modificación de la conducta. Sus campos de aplicación son muy diversos: trastornos o problemas clínicos del DSM-IV-TR y la CIE-10, y también a los problemas de relaciones interpersonales (dificultades de pareja, mediación familiar, violencia de género, etc.), en los que ha demostrado resultados satisfactorios; enfermedades físicas, tanto en promoción de la salud, prevención y tratamiento, como en la mejora de los sistemas de asistencia y política sanitaria; así como en el área industrial y en los recursos humanos, con el fin de mejorar el rendimiento y la seguridad en el trabajo y para la prevención de riesgos laborales, o en la psicología del deporte para mejorar el rendimiento (Equipo editorial, 2016).

Desarrollo

Los precursores de la ciencia de la conducta son Pavlov, Skinner y Bandura. En particular Skinner llegó a cuestionar qué ocasiona que un ser humano actúa de una forma determinada, cuál es la función de dicha conducta, qué sucede objetivamente en una conducta, qué relación tienen las respuestas de los organismos con el ambiente, cuándo se reduce una conducta. Se observa entonces cómo Skinner fue un pionero en los principios de conducta, él aplicó procedimientos básicos derivados de la investigación de tipo experimental en un laboratorio empleando animales (Skinner, 1938). Después nombró al estudio científico de la conducta como análisis de la conducta o análisis experimental (Skinner, 1966).

Ahora bien, la conducta va más allá de la relación estímulo respuesta y tampoco toda consecuencia es un refuerzo o un castigo que aumenta o disminuye la frecuencia de la conducta de igual forma para todas las personas. Tomar en cuenta la singularidad de la persona es muy importante. Al respecto, me vino a la mente un ejemplo: Si unos padres de familia desean castigar a sus hijos, de tal forma que disminuya la cantidad de veces que se pelean entre ellos, lo que podría ser un castigo para un hijo, podría no serlo para otro. Verbigracia, prohibirle que jueguen videojuegos es solo un castigo si tienen un gusto hacia esta forma de entretenimiento, pero si uno de los hijos le es indiferente o incluso le aburren los videojuegos, ese castigo muy probablemente no disminuya la frecuencia de la conducta no deseada.

Asimismo, el análisis funcional de la conducta permite comprender por qué determinada conducta se mantiene en el tiempo y qué relación tiene la funcionalidad entre los estímulos y las respuestas. Estas relaciones llegan a ser de tipo causal, controlables y de alta importancia, lo cual permite comprender la conducta y definir el proceso de intervención más adecuado (Labrador, Cruzado y Muñoz, 2006).

Al respecto, también es importante analizar los antecedentes, el análisis de la conducta y las consecuencias que propician un incremento o decremento de esta. Lo interesante es que el ser humano es tan diverso, así como lo son las consecuencias mismas. Por ejemplo, si yo como chocolates cada vez que me siento triste, es muy probable que como consecuencia aumente de peso, pero otra consecuencia a corto plazo es que el chocolate me brinde una sensación de bienestar. Podría hablarse de una competencia de consecuencias, en otras palabras, la valencia entre el aumento de peso y la sensación de bienestar por consumir chocolate.

Lo señalado anteriormente alude al análisis de la conducta, por otra parte, para comprender la modificación de la conducta es necesario conocer los antecedentes y la respuesta tomada por el individuo ante una situación o suceso. Si la respuesta afecta el bienestar de la persona, es recomendable brindar un repertorio de conductas diferentes que sean adecuadas a cada sujeto en particular. Estos sustitutos de conducta le permitirán manejar el conflicto, pueden ser refuerzos artificiales (es decir, no es un reforzador que naturalmente se da) o reforzadores naturales (en otras palabras, es un reforzador natural propia de la actividad que está realizando y que además no tiene una consecuencia dañina a largo plazo). Por ejemplo, si un padre le paga a su hijo por obtener buenas calificaciones, el dinero es un refuerzo artificial. En cambio, si el hijo identifica la importancia que tiene el estudio en su vida diaria y le encuentra una utilidad al aprendizaje podría verse motivado intrínsecamente para estudiar, lo que le proporcionaría una consecuencia benéfica a corto, mediano y largo plazo.

Conclusiones

En lo personal, el autor del presente artículo considera de suma importancia la modificación de la conducta, sus aportes teóricos nos acercan a una objetividad que reivindica a la psicología como una ciencia rigurosa. La experimentación forma parte de la modificación de la conducta y esto conduce a hipótesis, un tratamiento y conclusiones. En otras palabras, si se afirma que una conducta ha sido modificada se debe de constatar y si se menciona que un tratamiento es eficaz se deberá mostrar los argumentos que lo respalden. Por todo lo anterior, se concluye que la modificación de la conducta es una corriente plausible de la psicología; sus antecedentes abordaron la experimentación en animales y posteriormente incluyeron a los seres humanos. Los resultados experimentales han constatado que la plétora de herramientas que caracterizan a la ciencia de la conducta conducen a un cambio de la forma de ser, pensar y actuar en los seres humanos.

Referencias bibliográficas

Equipo editorial. (17 de diciembre de 2016). Modificación de la conducta: historia, técnicas y aplicaciones. Lifeder. https://www.lifeder.com/modificacion-conducta/.

Labrador, F. J., Cruzado, J. A., Muñoz, M. (2006). Manual de Técnicas de Modificación de Conducta. Pirámide.

Skinner, B.  F.  (1938).  The behavior of  organisms: An experimental analysis.  Appleton-CenruryCrofts.

Skinner, B.  F.  (1966). What  is the experimental analysis of  behavior?  Journal of  the Experimental Analysis of Behavior, 9, 213-218.