El tema de las alteraciones del neurodesarrollo ha sido algo que se ha estudiado desde hace tiempo, sin embargo, a medida que ha avanzado la ciencia, se ha encontrado variedad de factores que determinan este tipo de condiciones y que a pesar de que se conozcan, no se observa una disminución significativa en las cifras altas de casos en el mundo, pues no solo basta en conocer los factores que influyen para que se presenten estas condiciones, sino que se desarrollen alternativas de prevención, donde se pueda concientizar a los futuros progenitores de las dificultades que pueden tener desde la etapa prenatal o inclusive antes de comenzar con el periodo de gestación y las maneras de prevenirlas o atenderlas por medio de un diagnóstico temprano infantil.
Ahondando más en las alteraciones del neurodesarrollo, queda claro que están relacionadas con dificultades que se pueden presentar tanto en el desarrollo como en el funcionamiento del cerebro, en el cual no siempre tiene que ver con malformaciones anatómicas, sino que también pueden implicar alteraciones fisiológicas o neuronales, las cuales pueden manifestarse con dificultades de lenguaje, motrices o conductuales, que pudieron ser generadas desde el desarrollo en la vida intrauterina o en la etapa perinatal (Galán, Lascarez, Gómez & Galicia, 2017), lo cual es de vital importancia conocer, ya que hay personas que ignoran u omiten cuidados que pudieran disminuir las probabilidades de alteraciones en estos periodos.
Los factores de riesgo pre y perinatales más comunes se asocian a la edad de la madre, enfermedades infecciosas, consumo de sustancias, factores nutricionales, preclamsia, diabetes gestacional, accidentes, prematurez, bajo peso al nacer, entre otros (Galán, Lascarez, Gómez & Galicia, 2017). Es importante dar a conocer estos factores tanto a las madres que pudieran padecer esto como a las familias, pues la atención temprana puede ser una estrategia favorable para el recién nacido y su futuro desarrollo, esto puede ser desde la atención medica pública como privada que pudiera recibir la madre gestante.
Una de las estrategias que también puede ayudar a la prevención y al diagnóstico es la atención temprana, pues es un conjunto de intervenciones infantil que abarca a menores desde los 0 años de edad hasta los 6 años, donde se involucra a su familia y su entorno, para dar soluciones a las necesidades permanentes o transitorias de los niños que pudieron estar expuestos a estos factores de riesgo, lo cual abarca desde el diagnóstico temprano por medio de la implementación de pruebas específicas al menor, como la intervención de especialistas que busquen resolver sus necesidades (Ponce- Meza, 2017), aunado a ello, la capacitación necesaria a la familia para que puedan implementar las herramientas en casa.
Sin embargo, a pesar de que en México ya se han diseñado leyes para brindar apoyo a las personas con alteraciones del neurodesarrollo, como lo es la Ley General para la inclusión de las personas con discapacidad, donde en sus artículos se proponen brindar atención desde estimulación temprana, generar bancos de prótesis, programas de capacitación para orientar a los familiares, entre otros (INEGI, 2017), no siempre las personas realizan o implementan acciones para prevenir, pues muchas veces la falta de conocimiento, solvencia económica o la falta de la simple concientización, limitan desde el uso de vitaminas desde la vida intrauterina, como el control prenatal y postnatal hasta dársele un seguimiento al recién nacido por un determinado tiempo para encontrar un diagnóstico o mejor aún un tratamiento oportuno que pueda favorecer el desarrollo del menor.
Finalmente, se ha demostrado científicamente, que los niños tienen una sorprendente capacidad plástica donde en diferentes etapas de su vida en el mundo externo van desarrollando y complementando diversas áreas como lo son visión-percepción, lenguaje, atención-conexión, memoria y funciones ejecutivas (Castaño, 2015). Lo cual puede favorecerse por medio de la atención temprana y su futura intervención para erradicar la alteración o en su caso, mejorar la condición y su calidad de vida.
Por tal motivo, se debe fortalecer la cultura de prevención en todas las personas y en sus familias, en esta ocasión se enfoca al tema del comportamiento infantil centrado a las alteraciones del neurodesarrollo, pero pudiera ser a cualquier tema, puesto que la prevención es la base y el camino para disminuir las cifras altas de casos de personas con discapacidad severa o inclusive aumentar las cifras de las personas en estas condiciones que mejoran su calidad de vida. Es necesario generar programas donde se concientice y gestionen herramientas para que las personas conozcan más sobre este tema, desde foros a la ciudadanía, capacitaciones, charlas y por supuesto seguimiento médico en el ámbito público y privado para que conozcan más sobre la atención y diagnóstico oportuno del comportamiento infantil.
Referencias
Castaño, J. (2015). El sorprendente cerebro del bebé. Argentina.
Galán, I., Lascarez, S., Gómez, M. & Galicia, M. (2017). Abordaje integral en los trastornos del neurodesarrollo. México. Revista del Hospital Juárez de México.
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2017). La discapacidad en México datos al 2014, versión 2017. México. INEGI.
Ponce-Meza, J. (2017). Atención temprana en niños con trastornos del neurodesarrollo. Lima, Perú. Universidad San Ignacio de Loyola, Vicerrectorado de Investigación y Desarrollo.
