Resumen:

El amor es uno de los sentimientos más bonitos que el humano puede tener el privilegio de experimentar, sin embargo en ocasiones estas relaciones sentimentales se vuelven indispensables en la persona, creando una dependencia donde su pareja comienza ser prioridad, no se ven sin ella, incluso en la actualidad necesitan estar en constante comunicación con su pareja a través de redes sociales y si la persona no contesta muestra molestia o disgusto, debido a que quieren ser prioridad de su pareja y que todo el tiempo libre sea dedicado a ellos, incluso llegan a sentir celos de familiares o amigos.

En este artículo explicaremos de dónde vienen estas dependencias y como se generan o transforman.

Contenido:

La dependencia emocional se refiere a la incapacidad que tiene la persona de hacer cosas solas. Todos los momentos quiere pasarlos con su pareja y en muchos casos ya no disfruta la convivencia con amigos o familia y si su pareja no se encuentra, en ocasiones no sale con nadie más.

En la actualidad, las redes sociales han hecho una transformación en las relaciones amorosas: crean más inseguridades, desconfianzas, etcétera; Haciendo que la persona crea que su pareja solo puede mirar sus fotos, sus historias, estados, solo debe poner atención a ella/él; parece que su pareja tiene que estar al pendiente de la persona, aun sabiendo que está ocupado y estando en línea tiene la “obligación” de contestarle, por todo esto las redes sociales han sido un auge en las inseguridades de las relaciones; sin embargo, esto existe desde antes que las redes sociales se crearan.

Está dependencia emocional tiene un porqué: el miedo a la soledad, a la necesidad de tener que sentir que alguien nos da atención. Queremos que aquellos vacíos que se generan en la infancia y adolescencia, ciclos que no son cerrados, los llene la pareja. Generalmente estas personas presentan baja autoestima, déficit en habilidad sociales, necesidad de aprobación, etcétera.

Este tipo de personas suelen querer una pareja que cumpla sus necesidades, por ello ponen como prioridad la relación y esto los lleva al miedo del abandono, por lo que intentan complacer a su pareja para que no los deje, hacen cualquier cosa para que la relación no llegue a su fin. Si la relación llega a terminar se sienten culpables e insuficientes.

Cuando hay una sensación de insuficiencia, suelen basar su valía en sentirse querida, por ello es que se enamoran fácil de toda persona que les haga sentir esto, por lo que suelen idealizar a su pareja; le exigen exceso de afecto, atención, y presencia para sentirse suficientes e importantes; si logran esto tienen una tranquilidad efímera, pues nunca les será suficiente y siempre exigirán más, llegando al punto de ser controladoras con su pareja: comienza las desconfianzas, cualquier cosa que su pareja haga y no les agrade les hará pensar que está haciendo cosas inadecuadas y esto los llevará a sentirse insuficientes, lo cual les provoca ansiedad; esto comienza a desequilibrarlos emocionalmente, ya no pueden controlar sus emociones, debido a que dependen de las acciones de su pareja.

Todo lo anterior tiene un porqué; su origen viene desde nuestro desarrollo, principalmente la infancia y adolescencia, las carencias que tuvimos en estas etapas; el niño/adolescente que no se siente querido, aceptado, seguro y que no desarrolla un auto concepto no desarrolla autonomía, ni inteligencia emocional, y tampoco son socialmente adaptativos; esto se da porque no se superó las vivencias infantiles donde el niño no se sintió amado y buscó quien lo ame. De aquí se desprende que el adulto se vuelva dependiente emocionalmente, ya que es la primera sensación de amor: se enamorará como adolescente, idealizando a su pareja por aceptarla, e incluso cambiaran cosas de ellos para que su pareja los siga amando, su relación es la forma de satisfacerse, no aprendió a darse amor propio y complacerse, siempre lo buscará en el otro.

En las relaciones de pareja se ven reflejados las faltas o aprendizajes de la infancia. Cuando hubo mucha desaprobación en la infancia o siempre menospreciaban lo que hacía o lograba, el adulto estará en constante búsqueda de quien lo apruebe, también le preocupará el qué dirán, ya que se tiene la sensación de fallar constantemente; y como hubo un rechazo de su padres o cuidadores (sensación de no lograrlos satisfacer) intentará complacer a los demás para no volver a sentirse/ser rechazado.

Cuando hay un abandono elemental en la infancia, como es de algunos de los dos padres, el niño comienza a sentirse insuficiente, creyendo que por eso la persona lo dejo: en la relación de pareja se ve reflejado en el miedo al abandono. Lo que hará esta persona es complacer a su pareja, incluso modificando su ser a gusto de esa persona para no volver a sentir la sensación de abandono, como, por ejemplo: perdonando infidelidades, por creer que “yo le falle a mi pareja y por eso fue a buscar lo que no le di en otro lado”. La persona se hace responsable de los actos violentos de su pareja (ya sean físicos o psicológicos).

Otro aspecto es la violencia física. Es muy importante el cómo nos enseñan el amor en la infancia. La primera experiencia de amor es la que nos dan nuestros padres o cuidadores; si hubo violencia en mi familia núcleo, aprenderé que la forma de dar amor es a través de golpes o insultos: así fue como papá le daba amor a mamá o como me lo daban a mí.

Incluso cuando hay sobreprotección se ve reflejada de forma negativa en la pareja: en casa todo me aplaudían y siempre estaban al pendiente de mi bienestar, esto se lo exigiré a mi pareja, que yo sea la prioridad de esta persona, como lo era de mis papás; que mi pareja este al pendiente de mis necesidades y cuidados, como lo hacían mis papás; esto también nos vuelve dependientes, ya que nos enseñaron a que él otro es responsable de mí y que yo solo no puedo darme cuidados (amor propio, auto concepto, independencia); necesito del otro.

Todo lo anterior nos creará un panorama de la importancia de cerrar los ciclos de la infancia, de los vacíos que nos dejó, para trabajarlos y no reflejarlos en mis relaciones, no es saludable mentalmente ni para mí ni para mi pareja, es un desgaste emocional constante.

En este sentido es importante la orientación de un profesional para trabajar correctamente estos vacíos, ya que por uno mismo se complica debido a que tenemos bloqueos y situaciones que no logramos ver. Aclarando que mi pareja si llenará ciertos vacíos, pero no creando dependencias, es momento de responsabilizarnos de los actos que tenemos en la relación de pareja y soltar las cosas que no nos competen: para una sana relación amorosa.