Introducción

La depresión es un trastorno grave, que puede presentarlo cualquier persona, de cualquier edad, genero, en cualquier momento de su vida incluso cuando no haya razón aparente para ello.

Algunos de los síntomas que se pueden presentar son:

• Sentirse triste
• Perdida de interés
• Aumento o perdida del apetito
• No dormir o dormir demasiado
• Sentirse cansado
• Sentirse sin esperanza, irritable, culpable
• Dolores de cabeza
• Ideas de muerte o suicidio

Cada persona puede presentar diferentes síntomas o combinaciones de ellos, depende también de las diferentes situaciones a las que el individuo se vea involucrado.

Entre los factores externos que pueden llevar a una persona a la depresión, encontramos los trastornos afectivo estacional, estos hacen referencia a las estaciones del año.

Trastorno afectivo estacional

Este tipo de depresión como su nombre lo dice, cambia de acuerdo con las estaciones del año, siendo una depresión que aparece a finales del otoño o principios del invierno y desaparece llegada la primavera y el verano.

Los síntomas que se presentan durante esta depresión suelen ser los mismos que en cualquier otro tipo, con la característica de que va y viene por episodios.

Las mujeres y los jóvenes son más comunes de padecer este tipo de depresión. Así mismo, el clima hace más propensa a la gente a padecer este tipo de depresión, siendo las personas que viven lejos del ecuador las que más la puede padecer.

Otro factor importante es la luz, de acuerdo con Gatón, González y Gaviria (2014) “Algunas evidencias sugieren que los pacientes con TAE tienen déficits en el procesamiento de la luz, llegando a desarrollar síntomas por la falta de una luz adecuada y respondiendo favorablemente a una iluminación intensa”

Aspectos sociales

Como ya vino anteriormente, la depresión de invierno o estacional tiene que ver directamente con el clima, la cantidad de luz y diversas situaciones, pero no podemos dejar de lado la parte social.

En invierno llega el frío y las bajas temperaturas, es una época donde muchos mueren a causa de las enfermedades respiratorias. También es una época de fiestas y reuniones familiares, donde se suele reencontrar con toda la familia. ¿cómo esto podría afectar?

Mucha gente se ve forzada a pasar la temporada festiva alejada de sus seres queridos, brindando un ambiente que podría propiciar un cuadro depresivo (no forzosamente afectivo estacional).

La perdida de los seres queridos se atenúa más con las reuniones familiares, sentir algunas ausencias puede no ayudar con el estado de ánimo.

Existen algunos otros factores que pueden desencadenar que las personas se sientan tristes y padezcan de depresión como lo son: la baja contratación y el recorte de personal por la temporada, conflictos familiares, vacaciones, etc.

Conclusiones

La depresión afectivo estacional, es una condición identificada por que viene y va de acuerdo con la estación del año en la cual nos encontremos. Sin embargo, es posible encontrar algunos factores en común que desencadenen una depresión de invierno.

El frío, la falta de luz solar, los diversos eventos sociales que se llevan a cabo durante estas fechas, entre otras cosas, pueden llevar a las personas a una depresión sea o no afectivo estacional.

Es de suma importancia acudir con un especialista de la salud mental si se tienen sospechas de padecer algún tipo de depresión e igualmente, en caso de detectar a alguien cercano con alguno de los síntomas no dejarlo sin la atención necesaria.  

Referencias

Gatón, M.; González, M. y Gaviria, M. (2014). Trastornos afectivos estacionales. Recuperado de: http://scielo.isciii.es/pdf/neuropsiq/v35n126/original9.pdf

Medlineplus. (2020). Depresión. Recuperado de: https://medlineplus.gov/spanish/depression.html