Desde tiempos antiguos la relación humano- animal ha existido y por ende el vínculo con algunos animales ha evolucionado, convirtiéndose en un aspecto importante en la vida de las personas. Dicho vínculo es la razón por la cual se lleva acabo el desarrollo de las terapias asistidas con animales, siendo una de ellas la “terapia asistida con perros” las cuales aportan beneficios en diversas áreas de atención como lo es física, psicológica y social. 

Seguramente te preguntaras ¿qué es la Terapia asistida con perros?. De acuerdo con la definición proporcionada por Balduzzi en 1999 “La Terapia Asistida con Perros es considerada como un abordaje terapéutico alternativo en el cual se utiliza a un perro como  co-terapeuta o nexo entre el paciente y el terapeuta, Dicha atención disciplinaria suele ser aplicada para la mejora respecto a la calidad de vida de las personas”. Se debe destacar que dicha intervención debe ser dirigida por un profesional de la salud mental, debido a que se buscan objetivos específicos  en el tratamiento que beneficien a la persona que recibe la atención.

Cabe hacer mención que las labores principales que los perros  han ejercido desde hace años en compañía del ser humano se relacionan al pastoreo, caza, rastreo, búsqueda, guardia y protección, dichas funciones en nuestro país se llevan a cabo, aunque la función terapéutica con estos animales propiamente es reciente.

Es de importancia indicar que en nuestro país existe una carencia en cuanto a los avances de la TAP en comparación con otros países como Estados Unidos, Canadá, España, Chile, Venezuela y Portugal, por mencionar algunos; lo que permite a México explorar dicho campo y otorgar atención alternativa a las necesidades que la población demanda actualmente, teniendo en cuenta que estos métodos bien aplicados pueden contribuir a la mejoría de diversas problemáticas, con esto no se quiere decir que los tratamientos convencionales ya no sean efectivos, sino por el contrario al desarrollar nuevas formas de intervención el profesional se enriquece y complementa interactuando con profesionales de otras áreas otorgando de ese modo una mejor atención en el ámbito de la salud humana.

A continuación haremos mención de algunos de los antecedentes más relevantes respecto a este tipo de terapia.

De acuerdo con John Locke en 1669 los animales tienen una función socializadora, fue entonces y a partir de ese momento cuando se empezó a promulgar las primeras teorías acerca del uso terapéutico de los animales. Tales teorías sostienen que los animales de compañía promueven la calma, la relajación y la tranquilidad.

Por otra parte la primera documentación escrita sobre  la utilización de animales de compañía  como co-terapeutas se registra en 1792, en el asilo de York de Inglaterra, en donde el psiquiatra William Tuke indico que los animales de compañía podían proporcionar autocontrol y valores humanos a los enfermos residentes.

En 1953, el psiquiatra Boris M. Levison descubre el potencial del perro como co-terapeuta  a través de experimentar la visita inesperada en su consultorio de un menor con graves problemas de retraimiento  mientras estaba presente su perro, hecho que le permitió observar como el paciente, reaccionaba positivamente ante la presencia del perro.  Fue entonces que, Boris decidió incorporar en las sesiones de ese paciente a su perro, comprobando una mejora significativa en su estado mental, ya que le ayudaba a tranquilizarse, comunicarse y expresar sus emociones.

Por otra parte algunos de los beneficios sociales más importantes que incluye la interacción humano-animal son la cooperación con otras personas, y la promoción del contacto social y por tanto la interrelación humana propiamente.

Los animales pueden generar en los seres humanos una mejor comunicación con los demás al fomentar el contacto social, ya que pueden servir de tema para iniciar conversaciones y facilitar así las relaciones interpersonales. Varios estudios han demostrado que las visitas que los animales hacen a las instituciones ofrecen un pretexto para aumentar la comunicación y favoreciendo la socialización entre las personas del lugar. Dichas personas se muestran más alegres y sociables con los demás, por lo que esto ayuda a disminuir la ansiedad y estrés; mejorando así el estado de ánimo de quienes interactúan.

Desde el punto de vista psicológico, y como ya se ha hecho mención con anterioridad, la interacción con los animales favorece el contacto físico además de promover la actividad física.

A su vez existe mejora en el sentido del humor,  la interacción social, contrarrestando sentimientos de soledad o depresión tal como Beck (1997) indica que favorece la independencia así como el sentido de la utilidad y de logro, incrementado la motivación en diversas áreas de la vida, lo cual sería un indicador de un aumento en la autoestima. (Carvajal & Montoya, 2015).

De acuerdo con Lima y de Sousa (2004), el contacto con los animales de compañía son como un simbolismo de unidad entre el hombre y la naturaleza, la cual ayuda a satisfacer las necesidades humanas.

De acuerdo con Maestre (2014), en numerosas investigaciones se demuestra que las terapias dirigidas con animales domésticos o de compañía funcionan como estimuladoras del desarrollo vital lo cual aporta diversos beneficios a la salud.

Es importante saber que este tópico como otros es bastante amplio, en su labor y requiere de documentación profunda y adecuada para aquellos profesionales que estamos interesados en aprender y desarrollar este tipo de intervención. 

Respecto al profesional es de importancia considerar que este además de poseer los conocimientos adecuados de su disciplina debe capacitarse en el adecuado manejo del animal para poder llevar acabo la terapia, si es que el desea llevar por si el proceso, sin embargo no es totalmente necesario, debido a que puede apoyarse de un manejador o guía canino, el cual le ayudara en el manejo del animal para que este lleve a cabo las actividades diseñadas, cumpliendo así un trabajo multidisciplinar, el cual es un beneficio en el desarrollo de esta labor.

Así mismo se debe tener en cuenta que los animales en este caso el perro no hará nada por sí solo, es sino el profesional quien dirige y desarrolla este tipo de terapia de intervención la cual previamente ha sido estructurada para objetivos específicos, siendo el perro solo un mediador para que estos se lleven a cabo.

Finalmente podríamos decir que estas terapias si son llevadas a cabo adecuadamente pueden influir positivamente en los pacientes que muestren la sensibilidad para ser atendidos mediante este tratamiento lo cual se logra a través de un adecuado vinculo.

Referencias

Balduzzi,  A. M. (1999). Terapia ocupacional Asistida con Perros, una Terapia diferente, una terapia Especial. Recuperado de http://www.terapiaconperros.com.ar/queeslaterapiaconperros.html.

Carvajal. G., & Montoya, U. “Influencias psicológicas de la Terapia asistida con animales en los seres humanos” (Tesis de Licenciatura, Universidad de Antioquia, santa fe de Antioquia, 2015)

Lima, M., y de Sousa L. A. (2004) Influencia positiva de animales de ayuda social. Interacciones. 

Maestre, H. S. (2014). Terapia Asistida con Animales: Propuesta de abordaje en una Unidad de Convivencia desde la Educación Social. (Tesis de Licenciatura). Universidad de Valladolid. México.