Como profesora de preescolar y amante de mi profesión, mi primer objetivo al recibir un grupo de estudiantes es entablar una relación afectiva e integradora con los pequeños. Una relación que los invite a la producción de un lenguaje oral integrador. Hacerles sentir que el aula es como una  extensión de su feliz núcleo familiar, es una prioridad que debe ser alcanzada.  

Sin embargo, desafortunadamente no todos los contextos familiares son iguales, no en todos se encuentra un ambiente afectivo  positivo que promueva un pleno y sano desarrollo de todas las habilidades y capacidades de los niños hasta su etapa adulta, esto  incluyendo un apropiado desarrollo del lenguaje.

Una actividad comunicativa emotiva, clara, asertiva, afectiva, etc. dentro de este primer grupo social llamado familia, garantiza un proceso de maduración de las funciones mentales  más ágil, que le permitirán al individuo interactuar en su medio social, incluyendo la escuela. Esta idea se complementa con los objetivos de intervención en el aula para la mejora de las habilidades lingüísticas. Si lo que se desea es ayudar a los pequeños a hacer mejores comunicadores se deben tomar en cuenta los siguientes objetivos de intervención según, Payulos y Cols 2002

1. Cambiar o eliminar el problema detectado, volviendo al niño normal en el aprendizaje del lenguaje, de modo que no necesite en el futuro ningún tipo de intervención.
2. No enseñar conductas lingüísticas específicas sino estrategias compensatorias.
3. No solo centrar la intervención en el niño sino también en el entorno.

Esta última idea, resulta la más efectiva estrategia de intervención, ya que los niños no solamente desarrollan el lenguaje a través de la escucha y la emulación de sonidos provenientes de su contexto cercano, que más tarde se convertirán en la base del desarrollo de una comunicación efectiva humana y social. Por supuesto que no podemos descartar otras estrategias que resultarán de una evaluación del lenguaje más específico, de acuerdo a las características y necesidades de cada individuo dentro y fuera del contexto escolar.  

¿Por qué enfatizar en el lenguaje?

Si tomamos en cuenta que, después de pasar algunos años bajo los cuidados del primer grupo social  y del cual traemos una carga genética que definirá en parte el desempeño de la habilidad  comunicativa que desarrollaremos en los primeros años de nuestra vida, aunados a las experiencias en el contexto social y cultural que nos rodea, estos aspectos  serán determinantes para estimular los procesos mentales necesarios para una activación lingüística de acuerdo al medio en que nos desarrollamos.

En esta etapa temprana de la vida los individuos se ven  expuestos a entrar en una dinámica diferente en donde es necesario expresar nuestras preferencias, emociones, dudas, necesidades, etc. así como, comprender las mismas necesidades de los demás( relaciones intrapersonales e interpersonales)  y este primer intercambio masivo del lenguaje  se lleva a cabo en las aulas de preescolar en el que la etapa del egocentrismo empieza a tomar un segundo plano para permitir a los estudiantes relacionarse en el grupo social de una manera exitosa.

Vigotsky afirmaba que el entorno social era fundamental para el desarrollo y aprendizaje de los niños y que la presencia de un adulto o un par ayudaba a la resolución de problemas y que en esta interacción aparecían dos niveles evolutivos:

 El primero se refiere a las actividades que un niño puede realizar por sí mismo y que muestran el nivel de desarrollo de sus funciones o capacidades mentales llamado Nivel Evolutivo Real.

El segundo nos habla de su Nivel de Desarrollo Potencial, este se observa cuando al niño se le es planteado un problema y es necesario darle una guía o acompañarlo en la resolución del problema.

De estos niveles evolutivos se deriva la denominada “Zona de Desarrollo Próximo” mencionada en su Teoría de la Educación  y que la explica de la siguiente forma: ”No es otra cosa que la distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro compañero más capaz” mencionado en Carrera, B., Mazzarella, C. (Vigostky enfoque sociocultural ) p.43

De esto podemos deducir que el contexto  sin duda alguna influye de manera definitiva en el desarrollo del lenguaje en los niños. Los hábitos familiares, la nutrición proveída por los padres, la exposición afectiva, el contexto económico,  social, cultural y educativo toman un rol muy importante en el desarrollo psicolingüístico de los pequeños.

Concluyendo, los objetivos de la educación preescolar respecto al lenguaje y comunicación desde un enfoque pedagógico humanista, se basan en que los niños de manera gradual puedan lograr expresar sus sentimientos, ideas, opiniones, emociones, percepciones, etc. con el apoyo facilitador del docente a través de experiencias educativas que les produzcan un interés para realizar ese intercambio oral intencionado con sus pares y adultos. Es así que el papel de la educadora es lograr la adaptación paulatina del niño al contexto escolar.

Referencias:

Carrera, B., Mazzarella, C. Vygotsky: enfoque sociocultural Educere, vol. 5, núm. (13), abril-junio, 2001, pp. 41-44 Universidad de los Andes, Mérida, Venezuela

Recuperado de:  https://documentop.com/redalycvygotsky-enfoque-sociocultural_59fa31a51723dd828d65fd5c.html

Payulos y Cols, (2002). Intervención del lenguaje en el contexto escolar. Mencionado en: el compendio del Diplomado de Terapia de Lenguaje, Modulo 1 a.m.psi.e  s/p