La imagen corporal a través de un terror emocional

La imagen corporal a través de un terror emocional

CESIAH MERARY CONDE SÁNCHEZ

A lo largo de los años se ha ido construido una idea maravillosa y perfecta de la palabra  “belleza”, en la que se dice que  todo aquel que desee tener un acercamiento a ella, deberá estar dispuesto a un rechazo de sí mismo, ya que de lo contrario sería imposible tener un simple acercamiento a está perfección. Naciendo ésta como una idea, una imagen, conformada por un deseo arraigado del ser humano y en la que dicho deseo se encuentra latente a cada segundo del ser, se cree que el hecho de alcanzar a tocar esa perfección puede transformar la personalidad del ser humano, logrando así un amor y una aceptación de sí mismo.

Sin embargo… ¿hasta dónde puede llegar esta creencia a convertirse en un terror psicológico?

En la actualidad los medios de comunicación realizan un fuerte impacto que promociona el ideal de belleza, y en el que se ve ligado constantemente al éxito de la persona, sin embargo a lo largo de este artículo se espera que sea usted quien decida qué tan cierto puede llegar hacer.

Para lograr un acercamiento a este ideal perfecto hablaremos de la teoría de la discrepancia la cual aborda el yo real y el yo ideal del ser humano, en la que la presión sociocultural empuja hacia un modelo corporal delgado, llevando a la preocupación por el peso, esto está conduciendo a un número alto de personas a compararse con el ideal socialmente aceptado.

La probable discrepancia entre el cuerpo real y el cuerpo ideal genera insatisfacción corporal ya que el tener que ajustarse a ciertos valores e ideales de belleza homogeneizados en el entorno social lleva a un estado de evaluación corporal continuo que tiene un efecto tremendamente negativo, generando una gran angustia, ansiedad y tristeza (Ballester & Guirado, 2003).

Sin embargo ¿Qué sucede cuando el ideal de la perfección puede llegar a una alteración psicológica de la imagen corporal?

  • Nivel conductual: se puede provocar conductas de evitación, camuflaje, rituales de comprobación y serenación, realización de dietas o ejercicio físico.
  • Nivel cognitivo: preocupación intensa, creencias irracionales, distorsiones perceptivas de sobreestimación y subestimación, auto-verbalizaciones negativas sobre el cuerpo. Las preocupaciones pueden ser patológicas, obsesivas, sobrevaloradas e incluso delirantes.
  • Nivel emocional: insatisfacción, asco, tristeza y vergüenza

A nivel cognitivo, Cash (1991) ha identificado los principales esquemas cognitivos relacionados con la imagen corporal y que se presentan en las personas con insatisfacción de la imagen corporal, en la cual el discurso interno menciona.

  • La gente atractiva lo tiene todo
  • La gente se da cuenta de lo erróneo de mi apariencia en primer lugar
  • La apariencia física es signo de cómo soy interiormente
  • Si pudiera cambiarme como deseo, mi vida sería mucho mejor
  • Si la gente supiera como soy realmente a ellos no les gustaría
  • Si controlo mi apariencia, podré controlar mi vida social y emocional
  • Mi apariencia es responsable de muchas cosas que ocurren en mi vida
  • Debería saber siempre cómo parecer atractivo
  • El único modo en el que me podría gustar mi apariencia es modificándola

Por lo que el terror psicológico que insatisface la imagen corporal, puede estar formado por una pobre auto-estima, depresión, ansiedad social, inhibición y disfunciones sexuales, desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria, inicio de tratamientos cosméticos, quirúrgicos, dermatológicos y capilares de forma reiterada y con demandas irracionales (Holander, Cohen & Simeon, 1993).

El estado emocional de la persona se puede ver desgarrado constantemente por un terror perseguido, ya sea por medio de una idea, una frase, una imagen que recurre cada área de su vida, recordándole el sacrificio constante de ser algo más, y en el que su auto-concepto se puede ver dañado. Llegando así a un ideal de perfección inalcanzable.

Por lo que se piensa ¿Es entonces cierta la creencia?

¿Todos estamos condenados al rechazo constante de lo que somos?

Eso es lo que la sociedad, la cultura impone.

¿Estás dispuesto a pagar el precio impuesto por ese ideal?

Sin embargo existe una alternativa más allá de lo cultural, en la que la persona no adopta si no crea y acepta lo bello que es ser diferente a los demás por la simple idea de ser ella.

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