Desde hace un poco mas de un año la educación en el país y el mundo cambio drásticamente, de tener escuelas abiertas de enseñanza, pasamos a tener escuelas cerradas, y hacer de las casas esos salones en donde los alumnos aprendan día con día nuevos aprendizajes significativos.

¿Ha costado trabajo? Claro que ha costado trabajo desde la docente que tiene que buscar las mejores opciones de trabajar con sus alumnos de manera remota, los padres de familia enfrentarse al como enseñar y apoyar a sus hijos en casa, aparte de preocuparse por llevar un plato de comida a la mesa, hasta los alumnos de estar inmersos en las cuatro paredes del hogar y realizar actividades tales como aprender, jugar libremente y realizar labores del hogar.

Como profesionales de la educación debemos de tomar en cuenta que nos hace fuertes y que nos incómoda de esta nueva modalidad de trabajo, debemos de reajustar y/o cambiar la manera de ver la educación, de ser resilientes a los cambios que se nos presentan y buscar nuevas alternativas de enseñanza y también de aprendizaje.

Durante este periodo de aislamiento y de mantener la educación a distancia, nos hemos enfrentado a trabajar con los alumnos actividades socioemocionales, de empatía, de resiliencia, pero también del manejo de sus emociones, de su conducta, para que el regreso a las aulas sea de la mejor manera posible, pero también los padres de familia han necesitado que se les escuche, ser empáticos con su realidad y apoyarlos para que ellos también regulen y manejen sus emociones.

Estamos sufriendo una readaptación social, en el cual el proceso de oportunidad de cambio es necesario, los espacios formadores y la escuela como tal se han transformado, fue necesario hacer una reflexión acerca de lo que era prioritario, que debíamos de reinventar como educadores, dejar a un lado el individualismo para pasar al terreno de la colaboración, y aquí es donde entran los padres de familia, porque ellos son nuestro apoyo en casa para que el estudiante realice sus actividades de aprendizaje, pero sin los padres de familia en este periodo el docente no es nada.

Como docentes hemos enfrentado retos, desde el manejo de las tecnologías, hasta como hacerle llegar a los padres de familia los materiales de trabajo a sus hijos, ya que en algunas zonas no se cuenta con acceso a internet y no se tienen televisiones donde puedan ver los programas de aprende en casa, durante este tiempo.

En este periodo de escuela en casa, como docentes podemos echar mano de la educación de la neuro didáctica en donde debemos de tomar y diseñar situaciones con base a sus intereses, a su contexto y a su realidad, debemos de aprovechar los recursos que cuente el alumno en casa para su aprendizaje y así de esta manera cumplir con las siguientes demandas:

• Deseo
• Acción
• Satisfacción

La casa como aula de aprendizaje es muy rica y como educandos debemos de aprovechar esa riqueza, desde el poner la mesa, toda actividad puede resultar un aprendizaje para el alumno, pero esto dependerá de la disposición y creatividad que realice el docente con apoyo del padre de familia.

Durante este periodo lo más importante es el recibir el apoyo de los padres de familia para el aprovechamiento en casa de los aprendizajes, pero también ser empáticos con las situaciones en las cuales genere estrés para la realización de dichas actividades. La escuela somos todos.

Si bien esta pandemia trajo mucho desafío, pero trajo consigo mucho aprendizaje y transformación de la manera en la cual se estaba llevando a cabo la educación, así como de estar dispuestos a la transformación de espacios de aprendizaje y asumiendo el compromiso como líderes de la educación.

Pero no todo puede ser bonito verdad, también la educación a distancia nos genera conflicto en el área emocional, social, por que digo esto, porque esto también cambia, el no ver a las personas a las que podíamos abrazar y apapachar eso también nos generó conflicto, somos seres humanos de relaciones estrechas y en este sentido también nos hemos visto en la necesidad de adaptarnos y transformar la manera en

relacionarnos con los demás, aun no podemos ver o saber las consecuencias que traiga consigo esta modalidad de trabajo desde casa, tanto en lo educativo como en el aspecto emocional, y de relaciones humanas, hasta el día en el cual nos volvamos a encontrar dentro de un aula física con todos y cada uno de los actores que estamos involucrados en la educación de nuestros alumnos.

Mientras tanto no nos queda más, que seguir aprendiendo, estar dispuestos a transformarnos y seguir viendo para adelante, porque como dice el dicho: para atrás ni para tomar impulso.