Adolescencia
Por Paulina Song Saldivar
Por Paulina Song Saldivar
El individuo florece y se descubre en su adolescencia. Su voluntad inquieta desata sus sentimientos y emociones llevándolo a un trance prolongado de inestabilidad, sin embargo, el raciocinio tarde o temprano arribará.
Introducción
En el presente texto se expone de manera general particularidades sobre la etapa de la adolescencia, y su impacto en el desarrollo del individuo para alcanzar la madurez.
Desarrollo
“La adolescencia es un periodo de profundos cambios, marcado por la inestabilidad y aún por la provisionalidad. La relativa estabilidad conductual y psicológica de la persona se supone estar en esos años fraguándose y no formarse hasta el final de la adolescencia, justo para señalar entonces el comienzo de la edad adulta” (Fierro, 1985).
El mundo del adolescente se característica por ser rígido y problemático, pero también presume de innumerables posibilidades de ser autentico, pues, no siempre todo se ejerce de manera cruel, de hecho, cuando se alcanza la madurez siempre se añora las travesías de la adolescencia. Lamentablemente, existe la confusión que todo el que vive el paso de la adolescencia debe vivir la misma problemática, y por ende tener la misma reacción, pero la realidad es diferente, ya que esto va a depender mucho del tejido cultural que ha ofrecido el núcleo familiar. No obstante, la mayoría de los adolescentes pasan por particularidades semejantes, por ejemplo: Todo adolescente sufre cambios fisiológicos, así como establecer una identidad propia. También tienen esa necesidad de incorporarse como miembros de la sociedad como personas independientes. La intensidad de dichas particularidades va a depender mucho del soporte emocional que goce el adolescente, llámese familia, iguales o amigos.
Si el adolescente carece de soporte emocional en su contexto de relaciones afectivas (familia, amigos…) no podrá afrontar las dificultades de manera flexible.
En la adolescencia se viven transformaciones muy acentuadas, tal y como son los cambios fisiológicos y hormonales, siendo esto una preocupación para el adolescente, pues despiertan ansiedades de diferente índole: sentimientos de disarmonía, causando daños patológicos, así como de asombro y de despersonalización.
El desarrollo sexual cobra un mayor impacto en el mundo del adolescente, puesto que, surge la excitación sexual con temples de expresarse y actuarse. La sexualidad es parte del desarrollo fisiológico, sin embargo, se subraya en la parte emocional, pues genera un bombazo en los sentimientos obteniendo criterios perjudiciales o efectivos en el adolescente.
Por otro lado, otro elemento considerado importante en el desarrollo del adolescente es, sin duda, la búsqueda de identidad personal. “La adolescencia constituye el momento clave y también critico de formación de la identidad, definiendo el concepto identidad como diferenciación personal inconfundible, autodefinición de la persona ante otras personas, ante la sociedad, la realidad y los valores” (Erikson, 1980). Es importante comprender que la adolescencia es un período de desestructuración, en donde se tiene como meta la individualización y el descubrimiento de la identidad personal del adolescente, así como la afirmación de esta para que posteriormente se defina una identidad adulta.
Conclusión
La adolescencia es un pasar de ser niño a un adulto. Es un momento de florecer y embellecer. En un proceso de cambios fisiológicos, biológicos, psicológicos y sociales. Es un momento de ser independientes y buscar una identidad propia dejando atrás a los demás, la ruptura de los lazos de la niñez y el desapego hacia los progenitores.
No obstante, es indispensable que los padres, la familia, incluso los docentes deben estar en el proceso como guías para sostener al adolescente cada vez que este se observe confundido, temeroso, desesperado, entre otras reacciones. Esto con el fin de formar una persona autónoma que pueda tomar decisiones, y que aprenda que los errores son parte del crecimiento pero que debe hacerse responsable de sus actos. Conducirse con responsabilidad, actuar con libertad y expresarse con respeto, esto con el propósito de formar a un adulto sano.
Referencias:
Fierro, A. (1985) Desarrollo social y de la personalidad en la adolescencia. En. A. Marchesi, M. Carretero y J. Palacios (eds.), Psicología evolutiva. Adolescencia, madurez y senectud (vol.3, pp. 95-138). Madrid: Alianza editorial.
Erikson, E. (1980). Identidad, juventud y crisis. Madrid. Taurus (trabajo original publicado en 1968).
Diplomado en terapia infantil
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