INCLUSION EDUCATIVA EN ESTUDIANTES CON CONDICIONES MEDICAS CRÓNICA

La inclusión educativa de estudiantes con condiciones médicas crónicas implica tomar en cuenta sus necesidades y garantizar su participación en la escuela.

Esto requiere adaptar el entorno escolar, brindar apoyo y formación a los docentes, y crear un ambiente propicio para el aprendizaje.

La educación inclusiva es una alternativa para enfrentar estos desafíos; no obstante, es importante no encasillarla en determinados sectores, grupos sociales o contextos escolares; en vez de ello conviene considerarla una perspectiva amplia en la que convergen reflexiones y cuestionamientos cuya finalidad sea revertir las problemáticas derivadas de la estigmatización, vulneración y segregación de lo diferente. Ello implica que, a partir de nuevos referentes en las políticas, culturas y prácticas educativas cotidianas, se generen procesos de transformación de las estructuras educativas que originan, naturalizan y legitiman relaciones asimétricas de poder.

La enfermedad crónica es un problema de salud que interfiere en las actividades cotidianas, se mantiene por un periodo superior a los seis mese y requiere unos recursos específicos para garantizar la continuidad del proceso educativo. También puede considerarse como tal aquella enfermedad que dura mas de tres meses o qué requiere un periodo de hospitalización continua por mas de un mes, con una intensidad suficiente para interferir de forma apreciable en las actividades ordinarias del escolar.

Adaptaciones necesarias 

• Garantizar que las instalaciones escolares estén adaptadas, por ejemplo, con rampas, aseos y equipos especiales
• Tener materiales adecuados para la enseñanza y el aprendizaje
• Realizar adaptaciones curriculares
• Asegurar la conexión continuada del alumno enfermo con el centro

Apoyo para los estudiantes

• Brindar apoyo para que los estudiantes puedan mantenerse seguros y saludables 
• Trabajar la inteligencia emocional para que los estudiantes puedan reconocer y gestionar sus emociones.
• Fomentar la empatía y las buenas relaciones con los demás 
• Mejorar la comunicación, el asertividad y la escucha activa 

Apoyo para el personal docente 

• Informar y formar al personal docente sobre la enfermedad
• Sensibilizar al alumnado y al resto del profesorado
• Coordinar el trabajo con otros profesores y profesoras del menor en el centro educativo

La educación inclusiva, que ha sido un eje permanente de trabajo para la oei, se estableció en los años recientes como una línea estratégica dentro de los proyectos y planes de acción. Así, en 2021, la oei publicó el estudio Educación Inclusiva hoy: Iberoamérica en tiempo de pandemia, el cual aborda las cuatro dimensiones necesarias para asegurar la inclusión y la equidad: 1. la conceptual, que vincula elementos, características y relaciones que le dan sustento a los principios de equidad e inclusión; 2. la política, que articula principios y derechos a definir, normar y regular en la educación; 3. la estructural, que se vincula con el diseño de políticas públicas que fomenten la educación equitativa e inclusiva; y 4. la pragmática, que se enfoca en las estrategias que se organizan en el ámbito escolar para fomentar la presencia, participación y logro académico de cada estudiante, sin dejar a nadie atrás.

Como hemos reconocido y vivido, la pandemia hizo aún más visibles las brechas de desigualdad. Esto fue particularmente notorio en las poblaciones históricamente discriminadas y vulneradas; principalmente en la recuperación de aprendizajes, el rezago educativo y la deserción escolar.

La enfermedad crónica aparece cuando el niño se encuentra en pleno desarrollo físico, cognitivo, afectivo y social, lo que puede suponer un alejamiento de su entorno habitual por un periodo de tiempo, más o menos prolongado.

Las enfermedades crónicas tienen una incidencia importante sobre los aspectos emocionales de los escolares que lo padecen y de sus familiares que se ven muy afectados por la tensión que supone afrontar sus necesidades de asistencia y cuidados

Conclusión

La educación inclusiva como un proyecto ético-político de transformación; busca transitar de la naturalización de la desigualdad y la segregación; enunciarla como algo que tiene que trabajarse o desarrollarse en, con y para las diversidades, o como atención educativa centrada en lo diferente o los diferentes; verla como la posibilidad de un cambio pedagógico ante la legitimización de prácticas de adaptación curricular y didáctica; asumirla como espacio de diálogo en las diversidades y no como silenciamiento y marginación de las diferencias en los espacios escolares, y pensada desde las experiencias pedagógicas situadas y no desde la centralización u homogenización de procesos formativos.

Tensiones en la educación inclusiva Como un proyecto ético-político de transformación. En, con y para las diversidades. Como posibilidad de cambio pedagógico. Como espacio de diálogo de las diversidades. Pensada desde las experiencias pedagógicas situadas. La naturalización de la desigualdad y la segregación. La atención educativa centrada en la diferencia o lo diferente. La legitimación de prácticas de adaptación curricular y didáctica. El silenciamiento y la marginación de las diferencias en los espacios escolares. La centralización/ homogeneización de los procesos formativos.

Referencias. –

Mejoredu

Primera edición 2024

Retos y perspectivas de la educación inclusiva

https://www.mejoredu.gob.mx/images/publicaciones/retos-y-perspectivas-24.pdf

UNESCO. 2017. Guía para asegurar la inclusión y la equidad en la educación París: UNESCO.