A través del tiempo se ha visto que existe una controversia en cuanto a los términos que se refieren a equidad e inclusión, prueba de ello es que con el paso del tiempo se han buscado nuevas formas de dar respuesta al proceso educativo que se lleva al interior de las aulas, con la finalidad de mejorar el aprendizaje de los alumnos tomando en cuenta todas las características con las que cuentan, ya sean físicas, sociales y hasta culturales.

Cuando estamos trabajando dentro de un  aula, nos encontramos con que cada uno de los alumnos tienen una identidad pero está viene a ser un producto no acabado, ya que continuamente va sufriendo cambios, estos son derivados de todos los fenómenos sociales y culturales que los rodean, lo cual va modificando su identidad de origen; prueba de ello es cuando los alumnos ingresan a la escuela, en donde cada uno proviene de comunidades diferentes existiendo un intercambio de costumbres al interior de la misma, es así como se da un intercambio de información lo que lleva a que se modifique su identidad que en un principio tenían.

La educación intercultural por lo general se da en las poblaciones indígenas, por ello en la actualidad no tiene mucha trascendencia en un nivel de la educación primaria regular, prueba de ello es que si desean continuar sus estudios más allá de la primaria generalmente tiene que salir de su comunidad, o bien cursar el siguiente nivel educativo en una modalidad que no atiende a la interculturalidad. Es relevante hacer mención que las opciones de educación media superior y superior que respondan a las necesidades de las poblaciones indígenas son muy limitadas, es así como la educación para los adultos destinada específicamente a poblaciones indígenas se ha desarrollado muy poco.

Debido a esto se busca una transformación de los elementos que constituyen la oferta educativa para poblaciones indígenas, los cuales deben mejorar, mediante la actualización y la capacitación de sus docentes,  además de impulsar programas de formación inicial de docentes indígenas;  hablar de educar para la interculturalidad implicará retos distintos para diferentes poblaciones, durante un largo periodo, debido fundamentalmente a que la larga historia de discriminación y dominación cultural en México se debe trabajar con la población indígena.

Es así como se llega a la educación inclusiva la cual debe ir más allá del aula ya que supone una intervención dentro de la misma cultura de los alumnos y de sus prácticas escolares para poder atender a la diversidad de los alumnos. Para ello, es necesario diseñar procesos que garanticen la participación del alumnado en la cultura, en el currículo y en la vida de la escuela, comenzando desde dentro de las aulas. Ante tal situación se tiene un gran reto, lograr un aula inclusiva y no solo integradora; para empezar, se debe reflexionar sobre cómo es nuestra aula, cómo son nuestros estudiantes y cómo enseñamos. En dicho proceso no se inicia de cero, puesto que los diferentes docentes ya tienen herramientas, las cuales deben poner en práctica, innovando y mejorando su práctica docente e introducir aquellos elementos que garanticen o mejoren los aprendizajes de todos los estudiantes, lo que incluye alumnos con diferentes necesidades especiales. Por lo tanto, se tendrá que planificar la enseñanza para atender esta diversidad creando un ambiente y organizando el aula para permitir la participación y el aprendizaje, y diseñando un currículo para todos.

En los Centros de Atención Múltiple, se trabaja la educación inclusiva pues son niños con discapacidades, en donde cada uno de ellos tiene una necesidad diferente, aunque compartan la misma discapacidad; debido a esto, siguen existiendo vacíos en cuanto a la educación que es impartida en las escuelas, ya que sería conveniente tomar en cuenta todos aquellos aspectos de relevancia.

Con todo lo mencionado anteriormente se puede decir que debemos reflexionar acerca de nuestra labor docente es decir,  mostrar un panorama más amplio en cuanto a lo que como personas, pero aún más como docentes, debemos de realizar, empezando desde nuestra casa, con los nuestros, para que cuando estemos en un aula nuestro desempeño con los alumnos sea el mejor, aunque no se debe perder de vista que, son seres humanos a los cuales se deben respetar y valorar, pues es una forma en que nos gustaría que fueran tratados nuestros hijos.

Por último, no se debe perder de vista que somos formadores de la educación y dentro de esa formación que impartimos se debe tomar en cuenta e incluir una parte muy importante como lo son los padres de familia, los cuales son una parte esencial en el desarrollo de los niños y con los cuales se debe trabajar de forma colaborativa, para así obtener mejores resultados.