Resumen
La muerte nos genera angustia y temores, de ahí que tratamos de proteger a los niños de dolor de la muerte de modo que se impide que desarrollen habilidades de afrontamiento.
Los elementos que llevan a la comprensión de la muerte son, sin duda, el proceso de desarrollo evolutivo, la experiencia directa o indirecta y el contexto sociocultural.
Introducción
El tema de la muerte es amplio, es complejo entenderlo y aceptarlo como lo inherente a la vida, es un tema tabú todavía, nos confronta con nuestros temores y angustias, nos hace sentirnos vulnerables, nos invita necesariamente a vernos como nos relacionamos y nos sentimos con la realidad de la muerte.
Antes, la muerte ocurría en casa, formaba parte de la vida cotidiana de los niños, se moría en el domicilio rodeado de la familia, todos veían lo que pasaba, todos comprobaban el hecho natural de morir, quizá por esa razón no eran necesarias muchas explicaciones sobre la muerte y tampoco se recurría al eufemismo para disimular la realidad, no preocupaba tanto qué palabras usar ni el concepto que tiene el niño acerca de la muerte a la hora de comunicarle sobre el fallecimiento de un familiar, porque la experiencia era cerca y a la vez tan natural.
La comunicación poco adecuada a la hora de informarle a los niños sobre el fallecimiento de un ser querido, negar, evitar, ocultar o usar eufemismo ya sea para proteger a los niños del dolor o por no saber cómo hacerlo, no excluye al niño de vivir el duelo, ellos a través de sus curiosidades, observaciones y escucha dentro de su entorno familiar, elaboran sus propias teorías de la misma manera en que lo hacen con el nacimiento (mamá comió mucho) o terminan dándose cuenta, creándoles ciertas confusiones, esto inevitablemente los lleva a vivir su dolo de manera solitaria y aislada, puede bloquear el proceso de duelo no dando lugar al desarrollo de habilidades necesarias para afrontar futuras pérdidas.
En la cultura mexicana cuando fallece un ser querido se hacen rituales de despedida de acuerdo a las creencias de cada familia, ante el anuncio de un fallecimiento la familia, las amistades y las personas cercanas acompañaban a los dolientes físicamente, mostrando y expresándoles su apoyo a través de contactos físicos y palabras que los confortan, etc. ante estos eventos los niños se percataban de los hechos, aunque que la información que les hayan proporcionado no haya sido la adecuada. Ahora con la aparición del COVID 19, dichos eventos ya no son posibles, lo cual hace que sea menos evidente cuando ocurre la muerte y a su vez limita a los niños enterarse por su cuenta de lo que está sucediendo, alejando al niño aún más de la realidad que es la muerte.
Tener en cuenta que cada caso, niño, familia, tipo de muerte, edad del niño, cultura, creencias es diferente, aclarando con esto, que esta guía quizá no pueda aplicarse para todos los casos, pero si cuenta con información básica, que sirva al adulto para brindar la información, breve y clara, así mismo, se elabora esta guía para ofrecer recursos que faciliten el poder abordar la situación con mayor confianza y decisión, mientras que para quienes desean indagar a profundidad sobre el tema, en la parte de referencias de a se expondrán los enlaces y referencias y en caso de requerir de la orientación profesional es preferible solicitarlo.
Objetivo
Proporcionar a los padres de familia, personal educativo, cuidadores y personas cercanas a los niños la información necesaria para comunicar la muerte de un ser querido a través de algunos pasos definidos.
¿Qué es el duelo?
La palabra duelo proviene del latín dolus, «dolor», es la respuesta a una pérdida o separación. Se trata de una respuesta normal y natural, un proceso de reorganización que tiene un comienzo y un final. Lo que no sería natural es la ausencia de respuesta. Es personal y único, cada persona lo experimenta a su modo, sin embargo, produce reacciones generales y comunes.
¿Cómo perciben los niños a la muerte?
Los niños perciben la muerte como temporal, no tienen el concepto de que la muerte es universal, por su pensamiento egocéntrico pueden pensar que ellos provocaron la muerte, este pensamiento puede llevar al niño asumir culpabilidad, que por sus comportamientos su familiar ha fallecido.
Los niños pequeños perciben la muerte como un sueño por lo tanto esperan un despertar. Para los niños pequeños todos los objetos y elementos de la naturaleza con movimiento están vivos.
Desarrollo del concepto de muerte en relación a la edad del niño:
Las etapas de desarrollo del concepto de la muerte:
Bárbara Kane Psicóloga clínica, explica que el desarrollo del concepto pasa por tres etapas.
Cuando se vive de cerca la experiencia surgen algunas interrogantes:
Si se da cuenta a través de la ausencia, al no escucharlo o sentirlo
Informarle a los niños brinda la oportunidad iniciar su proceso de duelo de acuerdo a su desarrollo cognitivo, así como le sirve para familiarizarse con el tema y para desarrollar habilidades de afrontamiento.
El niño también viven el duelo, puede vivirlo con claridad o lleno de confusiones, vivirlo como un abandono, como una ausencia o separación, la manera en que lo viva dependerá en cómo se le informe, de cómo se vive el duelo dentro del ambiente familiar.
Cada niño tiene su propio ritmo para elaborar su duelo tomando en cuenta los factores internos y externos del niño
No genera trauma si se le informa con frases breves y claras, usar el lenguaje del niño y sin dar detalles cuando se trata de una muerte violenta o un accidente, usar la palabra muerte y muerto, aunque no tengan claro el concepto en esos momentos.
Cuatro conceptos clave sobre la muerte:
Existen tres temores muy frecuentes:
Cuatro pasos a tener en cuenta al momento de proporcionar la información:
Dar la noticia sobre la muerte de un ser querido es doloroso y por lo tanto, en ocasiones aunque tengamos el conocimiento suficiente acerca del tema, vamos a requerir del apoyo de otra persona cercana, un profesional o especialista en el tema que nos brinde su apoyo, la diferencia puede estar en que cuando conocemos que los niños también viven el duelo, buscamos alternativas de apoyo para darles la noticia.
Es recomendable que sean los padres, cuidadores, maestros o personas cercanas a ellos, personas con quienes han creado un vínculo afectivo
Indagar un poco sobre cómo se encuentra el niño en ese momento, cómo se siente, preguntar si necesita comer o beber algo, ya que se desea hablar con él sobre un tema importante, saber quiénes son las personas de su mayor confianza y si es posible invitar a dichas personas para que los acompañen, en caso de que señale como persona de su mayor confianza quien ha muerto, se le puede preguntar si hay alguien más que pudiera ser y si prefieren que se le invite a la persona para dicha platica. Recordarle o contarle sobre una experiencia de muerte, puede ser de una mascota, de un conocido, amigo, familiar, averiguar cómo cree que se sintieron los familiares en caso de utilizar una experiencia de muerte de una persona, aquí es importante validar y normalizar las emociones que le vaya surgiendo, para luego dar la noticia.
Usar el lenguaje verbal y corporal del niño, tener cuidado en el tono de voz (no gritar, tampoco muy suave), verle a los ojos y la mirada debe inspirar confianza y seguridad, decirle que su familiar murió a pesar de que el niño no tenga el concepto bien desarrollado y si aparece el llanto en cualquiera de los dos, dejar que fluya, no reprimir.
Después de haber dado la noticia es importante estar atento a sus reacciones, estar abierto a sus preguntas, recordarle que va estar cuidado y protegido (estoy aquí para protegerte) prometer lo que se puede cumplir.
Lo más pronto posible para que el niño tenga la oportunidad de participar en los rituales funerarios y oportunidades de despedida, aunque este último se limita actualmente por la cuestión sanitaria, pero, de cualquier forma, en tanto el niño este enterado podrá participar en los rezos virtuales cuando esto se realiza.
Es importante buscar un espacio seguro para evitar posibles riesgos en caso de que el niño muestre una reacción al momento de enterarse, con una temperatura adecuada y sin interrupciones para que el niño no se distraiga en otros eventos.
Sugerencias:
Estar abierto a responder sus preguntas con sinceridad, de acuerdo su edad y leguaje, usar un lenguaje claro y breve, usar la palabra muerte puede no resultarle impactante debido a la falta de concepto cuando son muy pequeños. En caso de no saber cómo responder, es válido decir que no tenemos la respuesta en ese momento, pero que nos comprometemos a resolver sus dudas lo más pronto posible
Invitarlo a participar en los ritos fúnebres, explicar con anticipación sobre lo que va a ver (está en el ataúd, con los ojos cerrados, cubierto, con flores y velas cerca del cuerpo, personas llorando, etc.), si después de dicha explicación el niño se niega a participar, es importante respetar.
Facilitar la expresión de las emociones sin forzarlo, respetar su tiempo de reacción, permitirle su espacio, pero sin dejar de estar atento para lo que necesite.
Escuchar, aceptar y respetar los sentimientos y emociones de los niños inmediatamente después de enterarse, así como durante todo el proceso de duelo.
No racionalizar lo que está sucediendo con la intención de no sentir, porque los niños adoptan modelos, ante un proceso de duelo es necesario sentir para luego sanar.
Usar cuentos para abordar el tema de la muerte en vez de usar eufemismo, el primero acerca al niño a la realidad a través de la creatividad e imaginación, mientras que el segundo procura disimular la realidad.
Para los días de muertos quienes rinden homenaje a sus fieles difuntos ya sea de forma dolorosa, divertida o creativa, este puede ser un buen momento para averiguar sobre las inquietudes, lo que sabe y lo que desea saber el niño acerca del tema.
Cuentos infantiles que acercan al tema de la muerte:
Conclusiones:
Brindar información a los niños sobre la muerte de un familiar puede ser una oportunidad para desarrollar habilidades de afrontamiento o puede ser una limitante, depende en gran medida la manera que el adulto se lo comunique, en cómo lo acompañe en el proceso de duelo, en cómo se vive el duelo dentro del ambiente familiar, así como del desarrollo evolutivo del niño, los factores, biológicos, psicológicos y sociales. Hacer partícipe los niños de los procesos de despedida de acuerdo a las posibilidades del momento por las cuestiones sanitarias, puede resultar menos complejo que cuando los niños y adultos viven su duelo de forma independiente, sin tener la posibilidad de compartir sus sentimientos y emociones, el proceso de duelo puede fortalecer y/o crear los lazos afectivos entre la familia o por el contrario romper las relaciones existentes trayendo consigo otras pérdidas.
Referencias
Libro
Página web
Revista
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