Clark y Beck (2011) define a la ansiedad como un sistema complejo de respuesta conductual, fisiológica, afectiva y cognitiva, que se activa al anticipar sucesos o circunstancias que se juzgan como muy aversivas porque se perciben como acontecimientos imprevisibles, incontrolables, que potencialmente podrían amenazar los intereses vitales de un individuo.
La ansiedad por sí misma no es buena ni mala, aunque normalmente se le ha dado una connotación negativa, pero es una respuesta del cuerpo ante situaciones potencialmente peligrosas, es una respuesta adaptativa necesaria para la supervivencia, el problema reside cuando esta se vuelve muy intensa y de manera crónica aún ante situaciones que no ponen en peligro nuestra subsistencia.
Dentro de las personas que se encuentran dentro del espectro autista es muy común que se presente sintomatología ansiosa. Existen varias teorías pero algunas de las causas principales suelen estar relacionadas con las alteraciones de la integración sensorial, las dificultades para entender las perspectivas de los demás, las burlas y el rechazo que reciben; la dificultad para transicionar de una actividad a otra, su propia inflexibilidad de pensamiento, cambiar del foco de atención a otras cosas que no son de su interés, las exigencias del entorno que les resultan ambiguas o incomprensibles o salirse de los guiones ante situaciones nuevas e inesperadas que en el día a día se presentan. (Isabel Paula p 40).
Vivir bajo estas circunstancias produce niveles altos de ansiedad por lo que crear un ambiente amigable, el primer objetivo es crear un entorno en donde la persona encuentre un sentido. Para ello es necesario ponernos en el lugar de la otra persona con autismo. Algunas estrategias para adaptar al entorno son:
¿Cuándo pasa qué cosa? ¿Cuándo debo de hacer qué cosa? ¿Qué sucede en determinado lapso? ¿En qué momento termino? ¿Qué viene después?
Son muchas las adecuaciones que pueden hacerse en su entorno, es importante observar cuales de ellas se adaptan mejor a sus características personales.Es un proceso que requiere tiempo y paciencia pero que bien vale el esfuerzo.
BIBLIOGRAFIA
Paula, Isabel. (2015). La ansiedad en el autismo. Editorial Alianza.
Clark, D.A. y Beck, A.T. (2011) Cognitive therapy of anxiety disorders: Science and practice. Nueva York, Guilford Publication.
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