Escenificación del arte de una vida: psicodrama y su asociación lúdica.

Escenificación del arte de una vida: psicodrama y su asociación lúdica.

 

Por Hernández López Génesis Dzoara

 

Por Hernández López Génesis Dzoara

«La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño».

Friedrich Nietzsche.

RESUMEN: El psicodrama es visualizado como una herramienta psicoterapéutica de catarsis en la cual se pone en escena aspectos de vida a trabajar con la finalidad de sanarlos, por medio de esta representación escénica y terapéutica se busca generar esa conexión con el núcleo del self, esa esencia, ese niño interior que nos habita, para buscar y usar esa espontaneidad propia de esa fase y usarla como herramienta en el aquí y el ahora.

PALABRAS CLAVE: psicodrama, catarsis, self, juego, niño interior, espontaneidad.

Mucho se ha hablado de la importancia de sanar las infancias para tener una adultez digna y saludable, al respecto se ha hecho alusión al niño interior y las repercusiones positivas que tiene el conectar con éste, es decir, integrar esa infancia escondida tras las corbatas de un adulto serio, rígido y llevado por las rutinas del día a día en un mundo lleno de responsabilidades y quehaceres, donde pareciera que ese niño y niña interior han desaparecido, y no existen más. ¿Dónde quedó esa espontaneidad que todos disfrutamos en la infancia? ¿qué hay de esa capacidad imaginativa y creativa con la cual construíamos castillos en el aire, con la que podíamos pasar de ser un niño a ser cualquier cosa? ¿Dónde escondimos toda esa expresividad emocional? ¿qué pasó con nuestra capacidad de asombro? ¿Dónde dejamos esa espontaneidad lúdica y divertida con la que un simple objeto podía transformase en una herramienta de magia?

Durante la infancia, y en la vida, las actividades lúdicas tienen un papel importantísimo en el desarrollo de muchos aspectos. El juego es una actividad tan antigua como el hombre mismo, ésta se realiza de forma innata, producto de una experiencia placentera, es un estímulo valioso mediante el cual el individuo se vuelve más hábil, perspicaz, ligero, diestro, fuerte y sobre todo alegre (Lacayo & Coello, L., 1992).

A pesar de la necesidad que tiene el niño de jugar y de los efectos benéficos que posee el juego, los adultos lo hacen a un lado y no le dan el lugar que merece entre sus actividades porque no brinda ningún provecho económico y tangible. Para otros, representa una pérdida de tiempo y no creen en la función que ejerce en el niño por lo que los obligan a realizar actividades no propias para su edad, menospreciando los frutos que reciben a través de sus experiencias (Meneses Montero & Monge Alvarado, 2001).  Con esto podemos reflexionar, que es de esta manera que se van aplastando y reprimiendo las infancias, queriendo generar adultos en cuerpos de infantes. En ello influyen las instituciones educativas con sistemas pedagógicos arcaicos, donde se pretende tener muebles más que infantes, al pretender que éstos permanezcan quietos, inmóviles, obedientes, etc., anulando su espontaneidad.

En este proceso, en el cual, el adulto y el entorno socio cultural, van generando estereotipos, normas y reglas que poco a poco van aplastando la esencia de cada individuo, en aras de buscar una adaptación y aceptación social, el niño va mermando su naturaleza, provocando en él, represiones que generan capas y capas que cubren su verdadero ser. Perls (1970) y Rouke (1968) explicaron ese devenir de capas en sus teorías del self.   En las cuales afirman que las personas están constituidas por diversos estratos del ego, debajo de los cuales se encuentra el verdadero yo interior.

Por su parte, Rouke (1968), establece 3 estratos del self, dentro de los cuales apreciamos a los más superficiales como aquellos que mostramos ante el mundo, serían todas esas cualidades “positivas” que son socialmente aceptadas, consideradas más como un mecanismo defensivo, no real; mientras que en las capas más inferiores encontraríamos aquellos aspectos reprimidos y negados por nosotros y la sociedad, hasta que en el núcleo se encontraría nuestra verdadera esencia, aquella con la que nacimos, esa espontaneidad y fluidez que nos caracteriza, ese niño interior.

Podemos decir entonces, que conectar con ese niño interior, es conectarnos con nuestro núcleo, con la esencia de nuestro verdadero self. De ahí la importancia de retomar esa fluidez lúdica y desprendernos de la rigidez del mundo adulto para conectarnos con nuestra esencia; ¿cómo lograrlo? Una propuesta muy interesante es la que aporta el psicodrama, mediante la representación teatral, o pensado desde otra perspectiva, aquella en la cual nos permitimos jugar y usar nuestra imaginación para representar ciertos roles como se explicará más adelante.

Moreno crea en Viena el teatro de espontaneidad en el cual descubre la catarsis y el psicodrama en 1923 junto con Bárbara, una actriz del elenco de Moreno, quien tras una enfermedad cancerígena comienza a interpretar papeles como los de su infancia y sueños mediante los cuales incurre a una catarsis que la lleva a su propia cura. Se produjo así la transición entre el teatro y la espontaneidad (Montero, 2005).

EI autor se introdujo al psicodrama utilizando el juego de roles como medio para corregir y ampliar la percepción general. La palabra rol viene de los rollos que se daban a los actores, antiguamente en el teatro, para que se aprendieran su parte. De aquí la toma Moreno quién piensa que “el desempeño de roles es anterior al surgimiento del yo (self). Los papeles no surgen del yo, sino que el yo surge de los papeles… (Montero, 2005) La representación de roles tanto sirve de satisfacción parcial a las necesidades o deseos reprimidos por la educación familiar o por las restricciones sociales y culturales, como también para representar aquello que reprimimos, de ahí que Moreno pronto utilizó al psicodrama como un método terapéutico.

Para Núñez (1999) la personalidad se evalúa por el número y tipos de roles que es capaz de realizar. Éstos, forman agrupamientos que constituyen distintos tipos de personalidades. Aumentar el número de roles que una persona logre desarrollar y la adquisición de una mayor flexibilidad para pasar de un rol a otro, origina de inmediato un incremento en la maduración y desarrollo de su personalidad.

Según Moreno, el ser humano sufre fundamentalmente por no poder realizar todos los roles o papeles que lleva dentro. La angustia se origina cuando todos esos roles no utilizados ni desarrollados lo presionan y exigen expresión. Es por ello que según Núñez (1999) al lograr interpretar diferentes papeles, la persona va venciendo una a una todas las resistencias, hasta lograr actuar cada vez más de acuerdo con su real modo de ser. El rol es entonces la manera en que las personas encaran a la vida.

Dicho de otra manera, interpretar esos roles, es flexibilizarnos al juego de la vida, a todas las facetas que nos habitan, es permitirnos desprendernos de la rigidez del mundo adulto y de aquel papel con el que nos hemos casado impuesto por un “deber ser” social, es permitirnos conectar con nuestro niño interior, y explorar nuestras luces y nuestras sombras, nuestras emociones, para así fluir en la espontaneidad.

Podríamos definir la espontaneidad como el factor que anima todos los fenómenos psíquicos dándoles novedad, frescura y flexibilidad. Para Moreno, la espontaneidad es tal vez la clave de todas sus teorías. La concibe fuera del determinismo psicológico como aquel potencial inconsciente (en el sentido de no consciente) a través del cual se expresan las emociones a cualquier precio. Por ser creadora y plástica, es el mejor instrumento de productividad y adaptación al medio; es creadora de los valores vivos, aunque con frecuencia se ve enmascarada por los valores oficiales y estereotipados (Lemoine & Lemoine , 1996).

En cuanto a la creatividad, el concepto está íntimamente ligado al de espontaneidad, pues no se presenta uno sin el otro. Moreno refiere que cuando el hombre se enfrenta a la vida cotidiana con sus altas y bajas mostrándose espontaneo, en consecuencia, tanto su conducta como su actuación serán creativas. Y, qué es la vida sino una gran obra de teatro que se escribe día a día.

Tanto Freud como Jung han estudiado al hombre como un hecho histórico. La postura de Moreno, por el contrario, ha sido siempre de un estudio directo y vivencial del momento: el hombre en acción, el hombre forzado a actuar en el aquí y ahora. Es la consideración de la historia como parte del momento y no el momento como una parte de la historia (Lemoine & Lemoine , 1996).

Esta puesta en escena nos exige también una expresión Corporal libre y fluida, Moreno sostiene que una gran parte del psiquismo humano no puede expresarse con la mera verbalización, de ahí que haga hincapié en la importancia de los gestos y contactos corporales (caricias, abrazos, etc.). Pretende que con estos el participante se exprese con la mayor espontaneidad posible, así como en el mayor número de niveles y situaciones existentes. A través de los movimientos corporales en el psicodrama, los sentimientos y emociones se intensifican, la imaginación se utiliza al máximo reestructurando y adaptando la situación conflictiva del ayer en el aquí y ahora; además, la memoria se estimula para ser creativa dentro de la realidad pasada. Con ello se busca también la congruencia entre lo que se siente, piensa y actúa corporalmente.

En virtud de que el psicodrama es lo que más se acerca a la vida misma, cuanto más se aproxime una psicoterapia a la atmosfera de un encuentro vivo, tanto mayor será el éxito terapéutico (Núñez, 1999).

El psicodrama no es más que la puesta en escena del arte de una vida, es una oportunidad para revivir, re interpretar lo vivido, y así poderlo resignificar, y darle el cierre que tal vez en su momento no pudo darse. Es entonces una manera, de jugar a vivir el hubiera, que en numerosas ocasiones nos mantiene anclados al pasado, alejándonos del aquí y el ahora; es por ello que se representan problemáticas, sentimientos o inquietudes que posee el individuo en el presente, esto deberá ser breve, centrado en el aquí y ahora, sin realizar un diagnóstico y realizar la acción, seleccionando a los actores que interpretarán el conflicto.

Después de representar escenas del aquí y ahora se irán presentando escenas del pasado con problemas semejantes a los que tiene el protagonista en la actualidad. Al ir reviviendo dramáticamente escenas del pasado, el protagonista cae constantemente a lo largo de su vida, a partir de su infancia. Re vivenciar las situaciones problemáticas le permiten al protagonista darse cuenta del mal funcionamiento emocional y conductual que posee (Núñez, 1999).

En lugar de poner el acento como lo hace el analista en el discurso individual, Moreno centró el psicodrama en la acción y el grupo. En su propósito de liberar a los sujetos restituyéndoles la espontaneidad, no centra su esfuerzo en la asociación libre, sino en la libertad que permite asumir su propio rol. Al considerar que no es posible tener acceso al fondo del alma y ver lo que un individuo percibe y siente, el psicodrama, con la ayuda del paciente, intenta transportar el alma “al exterior” del individuo (Montero, 2005).

El psicodrama incita al ser a explotar el lado más enigmático de sí, su esencia más pura manifiesta en su creatividad, huella característica de nuestra especie, por medio de la espontaneidad. Hoy por hoy ese espíritu creativo está en agonía, y la sociedad gime silenciosamente la pérdida de él, opacado por la gigantesca sombra del sistema y la cultura, las cuales están cubriendo todo, ejemplo de ello es su tecnología que lleva a la sociedad a la no ejercitación de su creatividad, quedando reemplazada por una máquina, que es más productiva y eficiente, “facilitándonos la vida” pero entorpeciendo nuestro espíritu, y así vamos, como máquinas adultas sin emotividad ni chispa, tomándonos muy en serio ese rol de adultos, que más que rol ya se ha fusionado con nuestro ser completo, hoy la creatividad está dando su ultimo hálito de vida, en espera de que se alimente nuevamente por medio de la espontaneidad, es por ello que el psicodrama es probablemente un remedio para éste mal invisible que aqueja a nuestra sociedad. Juguemos y exploremos nuestro verdadero ser, ese niño que aún está ahí dentro sonriendo.

 

Referencias

Lacayo, M., & Coello, L. (1992). Educación Física, Deporte y Recreación al Alcance de Todos. Honduras: Talleres de NICOP.

Lemoine, G., & Lemoine , P. (1996). Para una teoría del psicodrama. En G. Lemoine, & P. Lemoine , Teoría del Psicodrama (págs. 9-34). Barcelona: gedisa.

Meneses Montero , M., & Monge Alvarado, M. (2001). El juego en los niños: enfoque teórico. Reviusta Educación, 113-124.

Montero, N. (2005). INTRODUCCIÓN AL PSICODRAMA DE MORENO. ESCUELA SISTÉMICA ARGENTINA, 1-5.

Núñez, J. d. (1999). Jacob Moreno. En J. d. Núñez, PSICOTERAPIA DE GRUPOS: TEORIA Y TECNICA A PARTIR DE DIFERENTES ESCUELAS PSICOLO (págs. 199-223). México: EL MANUAL MODERNO.

 Perls, F. S., Four lectures. En la obra de Fagan e I. I. Sheperd (dirs.), Gestalt therapy now. New York: Harper and Row, 1970.

Rouke, F., The who am I technique. En la obra de G.Taylor (dir.) The verval «who am i» technique in psychotherapy. New York: Psychosyn-thesis Reserch Foundation, 1968.

Diplomado en terapia infantil

Atenta invitación

Más Información

Acerca de lo que compartimos en el Blog:


La AMPSIE no es responsable por ningún contenido de videos, fotos, artículos libros enlazadas con este blog. Todo ese contenido está enlazado con sitios tan conocidos como YouTube, Vimeo, Vevo,  recursos y libros encontrados en la web, del mismo modo si tienes algún recurso que quisieras compartir libremente para la comunidad, puedes enviarlo a nuestro correo y pronto lo verás publicado.  El objetivo de este blog es promover la difusión de la psicología, la psicoterapia y la educación, no la piratería. Si tú consideras que algún contenido de este blog viola tus derechos, por favor contactar al web master y lo retiraremos inmediatamente. Por favor escribe a 
[email protected]

@landing19
https://www.psicoedu.org/diplomado-lenguaje/
cabezafanpage

Deja una respuesta