Atizapán de Zaragoza

Estado de México

+52 5558210443

Informes

Lun - Vie 10:00 - 20:00

Horario de Atención

UNA MIRADA HACIA LA COMUNICACIÓN CON LOS ADOLESCENTES.

Por Maribel Jiménez Aramiz

 

girls-1031538_640

Por Maribel Jiménez Aramiz

Actualmente cuantas veces no hemos escuchado a los padres decir: ¡Ya no sé cómo hablarle a mi hijo!, ¡He intentado todo y no entiende!, ¡Nunca escucha lo que le digo!, ¡Ya que pase esta etapa!; podremos nombrar infinidad de expresiones con las que los padres se acercan para solicitar apoyo; ya sea con un psicoterapeuta o con su profesor. Y lo primero que se nos viene a la mente es: está en la adolescencia.

Siempre pensamos que la obligación de los padres y maestros es prevenir que los hijos se equivoquen y pensamos en orientarlos para prepararlos en un mundo real en donde los cuentos de princesas o de Héroes se queden en eso, fantasía.

Los padres debemos proporcionar principios solidos de coherencia, respeto y responsabilidad que ayude a generar una madurez y seguridad.

Cuando hablamos de adolescencia el inicio viene con un marcador biológico, se trata de una etapa de múltiples cambios, debido a las transformaciones que presentan los jóvenes, situación que la mayoría de las personas lo observan como una etapa de crisis y surgimiento de problemas. Sin embargo, no debería de ser así.

Coleman y Hendry (2003) Describieron el desarrollo cognitivo en esta etapa, así como la explicación de lo no observable en ella:

No hay signos externos o visibles para evidenciar lo que está sucediendo, como ocurre con el desarrollo físico. Sin embargo, en esta esfera están produciendo cambios constantes. Además, las alteraciones en la función intelectual tienen implicaciones para diversos comportamientos y actitudes. (pág. 44)

En el proceso de socialización, los diversos adultos (padres, profesores, líderes escolares, entre otros) con los que el joven interactúa son importantes como modelos de rol y agentes sociales; así mismo participan en factores que ayuden a la búsqueda de una identidad.

 Los contextos familiares actualmente han cambiado mucho y seguirán cambiando con el paso del tiempo, sin embargo, una de las claves para un desarrollo efectivo de los adolescentes consiste en una buena comunicación de padres-adolescentes. Muchos padres se llevan bien con sus hijos y algunos recurren a ellos para obtener guía y apoyo cuando se enfrentan a conflictos en la transición de la edad adulta. Sería poco realista ignorar que no hay diferencias en diversos aspectos como: ropa, música, hábitos alimenticios, horario para ir a dormir, entre otras. 

Por lo antes mencionado Coleman y Hendry (2003) nos indican que las áreas donde ha sido objeto de investigaciones es la relacionada con el conflicto progenitor-adolescente lo que se conoce como “vacío intergeneracional”.  Donde se genera una divergencia de opinión entre los padres y los investigadores. Los padres creen que los años adolescentes traen consigo conflicto y desacuerdo. Y los investigadores, por otra parte, comunican buenas relaciones entre padres y adolescentes.

Es aquí donde entra el factor “comunicación”; Guirbau (2014) menciona que las habilidades comunicativas es la capacidad de utilizar los recursos de comunicación eficazmente con respecto a las necesidades de los sujetos implicados.

Cabe destacar una serie de recomendaciones que ayudaran a los padres para evitar el surgimiento de situaciones en crisis.

Una comunicación efectiva

Es intercambiar ideas, sentimientos y explicaciones. Para poder propiciar la comunicación efectiva es necesario no imponerte sobre tu hijo, no exigir silencio y que solo te escuche; ya que este desobedecerá con una actitud retadora, por lo que los padres deberán tratar de no enfrentarse cuando estén alterados y esperar el momento adecuado para poder tratar la situación.

Las reglas son vitales a veces negocias y otras no.

Tenemos que dejar claro a los hijos que las reglas son sinónimo de disciplina y que en cualquier lugar donde se encuentre encontrara reglas que debe acatar. Si los padres no lo explican encontraran conflictos en los grupos o contextos donde intenten integrarse. Hay reglas que se deben cumplir y no son negociables; mas sin embargo no son absolutas y pueden estar abiertas a la discusión o el cambio.

Todo acto tiene una consecuencia

Es indispensable platicar con nuestros hijos para que comprendan que cada acción que ellos realicen va a tener consecuencias. No te suena familiar las siguientes frases: ¡Estas castigado por lo que hiciste!, el joven lo vera injusto o definitivamente no creerá porque sabe que siempre le dices lo mismo. Mejor aprendamos a escucharlos y hagamos intercambio de ideas y respuestas, dejando siempre en claro que el resultado de cada acción o decisión deberá asumirlo con responsabilidad. 

Fomentar confianza

Hay padres que en el intento de ayudar a sus hijos creen que deben ser el mejor amigo de ellos, y por ello no ponen límites, que es el parte aguas para desarrollar valores importantes en su formación. Un hijo necesita un padre que le proporcione amor, cariño y autoridad, los amigos los encuentran en otros contextos. Tomemos el rol que nos corresponde. A su vez debemos tener confianza en ellos para generar una autoestima sólida, y cuando llegue el momento de acercarse riesgos como alcohol, drogas, delincuencia, sexo, entro otras; es ahí donde los hijos mostraran esa fortaleza de saber actuar bajo los valores, límites y amor que hemos inculcado. Destacando en este punto la comunicación efectiva.

La familia es la base

La familia es la base de los logros y con familia no solo me refiero a padres e hijos; sino aquellos que integren lo que el joven vea como familia, si al adolescente se le da la oportunidad de desarrollarse en un núcleo armónico de relaciones sanas, valores, entre otras tratara de seguir el mismo patrón de vida.

Las palabras ayudan, pero las acciones educan.

Cuantas veces los padres no hemos entrado en el juego de ¡hija jamás permites que un hombre te pegue, como tu padre lo hace conmigo! Observándose la incongruencia entre lo dicho y lo recibido en la madre, indirectamente dando un mensaje incorrecto a los hijos quienes serán espejo de nuestra conducta.

Por último, considero que el complemento más importante de todos los anteriores es:

La comunicación afectiva

Ceballos (2009) menciona que comunicar es poner en común con, supone entrar en relación con el otro a partir de la experiencia del amor. Por tal motivo, es una forma de intercambiar ideas a través de un ¡Confió en ti!, ¡Te quiero!, ¡lo siento!, ¡Dialoguemos porque me importas!

¡Después de lo antes visto sigues pensando que la adolescencia es solo una etapa transitoria!

 

 

BIBLIOGRAFIA

Coleman, J.C. y Hendry L.B. (2003). Psicología de la Adolescencia. Madrid, España. 4ª. Edición. Ediciones Morata.

Girbau Massana, M. Dolors (2014). Psicología de la Comunicación. Barcelona, España. 1ª. Edición. Editorial Ariel.

Ceballos, R. M. (2009). La comunicación afectiva y efectiva o la dialogicidad de la educación. Santo Domingo, República Dominicana. Editorial Centro Cultural Poveda.

Diplomado en terapia infantil

Atenta invitación

Acerca de lo que compartimos en el Blog:


La AMPSIE no es responsable por ningún contenido de videos, fotos, artículos libros enlazadas con este blog. Todo ese contenido está enlazado con sitios tan conocidos como YouTube, Vimeo, Vevo,  recursos y libros encontrados en la web, del mismo modo si tienes algún recurso que quisieras compartir libremente para la comunidad, puedes enviarlo a nuestro correo y pronto lo verás publicado.  El objetivo de este blog es promover la difusión de la psicología, la psicoterapia y la educación, no la piratería. Si tú consideras que algún contenido de este blog viola tus derechos, por favor contactar al web master y lo retiraremos inmediatamente. Por favor escribe a 
[email protected]