Sugerencias para abordar un nuevo caso clínico en psicoterapia

¿Estás realmente escuchando las necesidades de tus pacientes o estás dejándote llevar por diagnósticos preconcebidos?

Por Daniel Servín

Por Daniel Servín

Introducción:

En el ámbito de la psicoterapia de niños, adolescentes o adultos, cada nuevo caso clínico representa un universo único de experiencias, emociones y desafíos. Para el terapeuta, este encuentro inicial con un nuevo paciente conlleva una carga emocional significativa, así como la responsabilidad de proporcionar el apoyo y la orientación necesarios. La primera impresión, las primeras interacciones y la forma en que se aborde la situación pueden tener un impacto profundo en el curso y el resultado de la terapia. Por ello, es esencial contar con un enfoque sólido y bien fundamentado al enfrentarse a un nuevo caso clínico. En esta guía, exploraremos cinco sugerencias fundamentales que te ayudarán a abordar este desafío con confianza y profesionalismo.

¿Qué hacer cuando llega un nuevo caso clínico?

El momento en que un psicoterapeuta se entera de un nuevo caso, marca el inicio de un proceso de exploración y descubrimiento que puede resultar tanto emocionante como desafiante. Sin embargo, es crucial mantener la calma y la compostura en este momento inicial. Con frecuencia, el impulso natural es buscar información en línea o consultar libros para obtener una comprensión preliminar del diagnóstico o los síntomas presentados por el cliente. Sin embargo, esta práctica puede resultar contraproducente. Antes de conocer al cliente en persona, exponerse a una gran cantidad de información externa puede llevar a la contaminación de la mente del terapeuta y generar prejuicios o expectativas poco realistas. En lugar de esto, es fundamental mantener una mente abierta y receptiva, y reservar cualquier investigación adicional hasta después de la primera interacción con el cliente. Este enfoque permitirá al terapeuta abordar el caso desde una perspectiva fresca y sin prejuicios, lo que facilitará una evaluación más objetiva y precisa de la situación.

Además, es importante recordar que cada caso es único y merece una atención individualizada. Aunque el cliente pueda haber llegado con un diagnóstico previo o con una lista de síntomas específicos, es esencial que el terapeuta se abstenga de hacer juicios o suposiciones prematuras. En lugar de eso, se recomienda realizar de tres a cuatro entrevistas exploratorias con el paciente antes de emitir cualquier evaluación o diagnóstico. Estas entrevistas proporcionarán al terapeuta una comprensión más profunda de la historia personal, las experiencias pasadas y las necesidades únicas del cliente, sentando así una base sólida para el trabajo terapéutico futuro.

Las primeras entrevistas

La fase de entrevistas iniciales es crucial en el proceso de abordaje de un nuevo caso clínico. Estas primeras interacciones proporcionan al terapeuta la oportunidad de establecer una conexión inicial con el cliente, construir una relación de confianza y comprender mejor sus necesidades y preocupaciones. Es importante recordar que cada caso es único y, por lo tanto, requiere un enfoque personalizado y flexible.

Durante estas entrevistas, el terapeuta debe mantener una actitud abierta y receptiva, evitando hacer suposiciones o juicios prematuros. En lugar de centrarse únicamente en la información proporcionada por el cliente, es fundamental explorar más allá y profundizar en los aspectos subyacentes y las motivaciones detrás de sus experiencias y comportamientos.

Asimismo, es crucial que el terapeuta establezca una atmósfera de confianza y seguridad durante las entrevistas iniciales. Esto puede implicar proporcionar un espacio acogedor y libre de juicios donde el cliente se sienta cómodo compartiendo sus pensamientos y sentimientos más íntimos. Además, es importante que el terapeuta demuestre empatía y comprensión hacia las experiencias del cliente, validando sus emociones y mostrando interés genuino por su bienestar.

Es momento de evaluar

Después de realizar las entrevistas iniciales y obtener una comprensión inicial del caso, es momento de armar una batería de instrumentos adecuada para profundizar en la evaluación del cliente. Estos instrumentos pueden incluir una variedad de pruebas psicológicas, cuestionarios y escalas de evaluación, dependiendo de las necesidades específicas del caso.

Es importante recordar que los instrumentos de evaluación deben seleccionarse cuidadosamente en función de los objetivos terapéuticos y las áreas de preocupación identificadas durante las entrevistas iniciales. No se trata simplemente de aplicar pruebas estándar para confirmar un diagnóstico, sino de utilizar herramientas que permitan una comprensión más completa y holística del cliente y su situación.

Al armar la batería de instrumentos, es fundamental considerar la validez y la confiabilidad de cada prueba, así como su relevancia para el caso en cuestión. Además, es importante tener en cuenta que los resultados de las pruebas deben interpretarse en el contexto más amplio de la evaluación clínica, utilizando la información obtenida durante las entrevistas iniciales y otras fuentes de datos.

Es importante destacar que la aplicación de pruebas psicológicas requiere un entrenamiento y una experiencia adecuados. Por lo tanto, es recomendable que los terapeutas busquen capacitación y supervisión en la utilización de estos instrumentos para garantizar una evaluación precisa y ética.

Es hora del Tratamiento

En la práctica de la psicoterapia de niños, adolescentes, adultos y parejas, es fundamental recordar que nuestro objetivo principal es satisfacer las necesidades terapéuticas del cliente, no simplemente abordar su diagnóstico o trastorno. Cada individuo es único y tiene experiencias, preocupaciones y objetivos de tratamiento específicos, por lo que es importante centrarse en sus demandas y metas personales durante el proceso terapéutico.

Al adoptar un enfoque centrado en la demanda, el terapeuta reconoce la singularidad de cada cliente y se compromete a trabajar en colaboración con él para identificar y abordar sus preocupaciones y objetivos. Esto implica escuchar activamente al cliente, validar sus experiencias y emociones, y trabajar juntos para desarrollar un plan de tratamiento que se adapte a sus necesidades individuales.

Es importante destacar que los síntomas o el diagnóstico de un trastorno psicológico son solo una parte de la experiencia de un individuo y no deben definirlo por completo. Al centrarse en la demanda terapéutica del cliente, el terapeuta puede ayudarlo a explorar y comprender los factores subyacentes que contribuyen a sus dificultades y trabajar hacia soluciones significativas y duraderas.

Además, al centrarse en la demanda del cliente, el terapeuta puede ayudarlo a desarrollar habilidades y estrategias de afrontamiento efectivas que le permitan manejar mejor sus desafíos y mejorar su bienestar emocional y psicológico a largo plazo. Esto puede incluir el desarrollo de habilidades de comunicación, resolución de problemas, manejo del estrés y autocuidado, entre otros.

¿Cuándo es sugerente buscar información?

Una vez que has establecido una comprensión profunda de tu cliente y sus necesidades terapéuticas, es posible que te encuentres en una posición en la que desees buscar más información sobre los posibles desafíos que enfrenta. Sin embargo, es importante hacerlo de manera cuidadosa y reflexiva, centrándote en las demandas terapéuticas específicas del cliente en lugar de simplemente buscar material relacionado con su diagnóstico.

Antes de buscar información adicional, asegúrate de haber completado una evaluación exhaustiva y una exploración detallada de las preocupaciones y objetivos del cliente. Esto te proporcionará una base sólida sobre la cual buscar información relevante y útil que pueda informar tu enfoque terapéutico.

Cuando busques información, evita simplemente buscar materiales sobre el trastorno o diagnóstico del cliente. En su lugar, enfócate en identificar recursos que aborden las necesidades específicas del cliente y proporcionen estrategias y técnicas que puedan ser útiles en su proceso de tratamiento.

Recuerda que la terapia se centra en la persona, no en el trastorno. Por lo tanto, busca recursos que se alineen con las metas y objetivos terapéuticos del cliente y que puedan ayudarlo a abordar sus preocupaciones de manera efectiva y significativa.

Además, considera la calidad y la credibilidad de las fuentes de información que estás utilizando. Busca material de autores respetados y confiables en el campo de la psicología clínica y asegúrate de que la información que encuentres esté respaldada por evidencia empírica y prácticas basadas en la investigación.

Conclusión:

En el abordaje de un nuevo caso clínico, es fundamental adoptar un enfoque cuidadoso y reflexivo que se centre en las necesidades y demandas terapéuticas del cliente. A lo largo de este proceso, es importante recordar que cada caso es único y requiere una atención personalizada que vaya más allá del mero diagnóstico.

Al seguir las sugerencias proporcionadas en esta entrada de blog, puedes establecer una base sólida para el trabajo terapéutico, desde la evaluación inicial hasta la aplicación de intervenciones específicas. Recuerda mantener la calma, realizar entrevistas exhaustivas, utilizar instrumentos de evaluación de manera estratégica y centrarte en las demandas del cliente en lugar de simplemente enfocarte en su trastorno.

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Bibliografía

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  • Moreno, J. L. (1978). Psicodrama. Hormé.
  • Reyes, G. (2006). Psicodrama. Paradigma, teoría y método. Vientos.
  • Gómez Holgado, F. y Belloso Ropero, J. J. (2014). Psicodrama en una unidad de psicoterapia. Psicoterapia y Psicodrama
  • Herranz, T. (1999). Psicoterapia psicodramática individual. DDB Serendipity.

 

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