ALTERACIONES Y DIFICULTADES EN EL LENGUAJE ORAL INFANTIL: UN IMPACTO EN LA COMUNICACIÓN, EL DESARROLLO SOCIAL Y ESCOLAR

 

Por Ramos Martínez Dulce María.

 

Por Ramos Martínez Dulce María.

Resumen:

 

Se aborda las alteraciones y dificultades del lenguaje oral en niños, destacando cómo estas trascienden la simple producción del habla y afectan significativamente su capacidad de comunicación, desarrollo social y desempeño escolar. Se definen diversos tipos de trastornos del lenguaje oral (articulación, fluidez, lenguaje y voz) y se explora su impacto negativo en la expresión de necesidades, la participación en conversaciones, la formación de amistades, la comprensión emocional y el rendimiento académico, incluyendo la lectoescritura y el seguimiento de instrucciones. Se subraya la crucial importancia de la detección temprana por parte de padres, educadores y profesionales, así como la necesidad de una intervención logopédica oportuna para minimizar las consecuencias negativas y favorecer el desarrollo integral del niño.

 

 

Palabras Clave:

Alteraciones del lenguaje oral, Comunicación infantil, desarrollo social, desarrollo escolar, impacto del lenguaje, detección temprana, intervención logopédica.

 

 

 

 

Desde sus primeros balbuceos hasta la construcción de complejas narrativas, el lenguaje oral se instaura como la piedra angular del desarrollo infantil. Es la llave que abre las puertas a la comunicación, permitiendo a los niños expresar sus incipientes pensamientos, emociones y necesidades, forjando así sus primeras conexiones con el mundo que les rodea. A través de las palabras, los infantes comienzan a tejer la trama de sus relaciones sociales, a comprender las dinámicas de su entorno y a construir los cimientos de su aprendizaje. Sin embargo, para algunos niños, este proceso natural y fluido se ve interrumpido por la aparición de alteraciones y dificultades en el lenguaje oral. Estas condiciones, que abarcan un espectro diverso de desafíos en la producción y/o comprensión del habla, no son meras trabas en la emisión de sonidos; representan obstáculos significativos que pueden ensombrecer su capacidad para interactuar, aprender y desarrollarse plenamente.

Cuando un niño enfrenta dificultades para articular palabras, para mantener un flujo conversacional fluido, para comprender o expresar ideas de manera coherente, las consecuencias trascienden el ámbito puramente lingüístico. Estas alteraciones se infiltran en la esencia misma de su capacidad para conectar con otros, limitando su participación en juegos, conversaciones y la comprensión de las sutiles reglas de la interacción social. En el aula, estas dificultades pueden constituirse como barreras silenciosas que dificultan la adquisición de conocimientos, la comprensión de instrucciones y la expresión del propio aprendizaje. El silencio impuesto por las limitaciones del lenguaje oral puede generar frustración, aislamiento e incluso afectar la autoestima del niño, marcando su trayectoria personal, social y académica de manera profunda y duradera. Por ello, comprender la naturaleza de estas alteraciones y su intrínseco impacto se vuelve fundamental para padres, educadores y profesionales, con el objetivo de identificar tempranamente estas señales y brindar el apoyo necesario para que cada niño pueda encontrar su propia voz y desplegar todo su potencial.

 

 

El lenguaje oral es una herramienta fundamental para el desarrollo integral de los niños. A través de él, expresan sus necesidades, emociones, ideas y se conectan con el mundo que les rodea. Sin embargo, diversos factores pueden dar lugar a alteraciones y dificultades en el lenguaje oral, las cuales trascienden la mera capacidad de hablar, afectando significativamente su comunicación, desarrollo social y desempeño escolar.

¿Qué entendemos por alteraciones y dificultades en el lenguaje oral?

Las alteraciones del lenguaje oral abarcan una amplia gama de condiciones que dificultan la producción y/o comprensión del habla. Estas pueden manifestarse de diversas formas, incluyendo:

  • Trastornos de la articulación: Dificultad para pronunciar correctamente ciertos sonidos o palabras (dislalia).
  • Trastornos de la fluidez: Interrupciones en el flujo normal del habla, como repeticiones, prolongaciones o bloqueos (tartamudez o disfemia).
  • Trastornos del lenguaje: Dificultades en la comprensión y/o expresión del lenguaje, afectando la adquisición de vocabulario, la construcción de frases y la comprensión de estructuras gramaticales (retraso del lenguaje, trastorno específico del lenguaje – TEL).
  • Trastornos de la voz: Alteraciones en la calidad, tono, volumen o resonancia de la voz (afonía, disfonía).

Impacto en la Comunicación:

La consecuencia más directa de las dificultades en el lenguaje oral es la limitación en la capacidad del niño para comunicarse de manera efectiva. Esto puede generar frustración, inseguridad y aislamiento. Los niños pueden tener dificultades para expresar sus necesidades básicas, participar en conversaciones, comprender instrucciones y establecer relaciones con sus pares y adultos. La comunicación se vuelve un desafío constante, afectando su capacidad para interactuar y desenvolverse en diferentes contextos.

Impacto en el Desarrollo Social:

El lenguaje oral es el pilar de la interacción social. Los niños con dificultades en esta área pueden experimentar:

  • Dificultades para establecer y mantener amistades: La comunicación es esencial para jugar, compartir y entender las dinámicas sociales. Las limitaciones en el lenguaje pueden dificultar la participación en actividades grupales y la comprensión de las normas sociales implícitas en la interacción.
  • Mayor riesgo de aislamiento social: La frustración y la vergüenza ante las dificultades para comunicarse pueden llevar a los niños a evitar interacciones sociales, lo que puede generar sentimientos de soledad y aislamiento.
  • Dificultades para comprender y expresar emociones: El lenguaje es fundamental para identificar, comprender y expresar las propias emociones y las de los demás. Las alteraciones pueden dificultar este proceso, afectando la empatía y la regulación emocional.
  • Mayor vulnerabilidad al acoso escolar (bullying): Las diferencias en el habla pueden convertirse en blanco de burlas y exclusión por parte de otros niños.

Impacto en el Desarrollo Escolar:

El lenguaje oral es la base del aprendizaje en el entorno escolar. Las dificultades en esta área pueden repercutir en:

  • Dificultades en la lectoescritura: Existe una estrecha relación entre el desarrollo del lenguaje oral y el aprendizaje de la lectura y la escritura. Las dificultades en uno pueden afectar el desarrollo del otro.
  • Problemas de comprensión y seguimiento de instrucciones: Las indicaciones verbales son una parte fundamental de la dinámica escolar. Los niños con dificultades en la comprensión oral pueden tener problemas para seguir las instrucciones de los maestros y realizar las tareas.
  • Menor participación en clase: La inseguridad al expresarse oralmente puede llevar a los niños a evitar participar en las actividades de clase, lo que limita su aprendizaje y su interacción con el contenido.
  • Bajo rendimiento académico: Las dificultades en el lenguaje pueden afectar la comprensión de conceptos, la expresión de ideas en exámenes orales y escritos, y, en general, el desempeño académico en diversas áreas.

Detección e Intervención Temprana:

Es de suma importancia la detección temprana de las alteraciones y dificultades en el lenguaje oral. La observación atenta de los padres, educadores y profesionales de la salud es fundamental para identificar signos de alerta. Una intervención temprana y especializada, a través de logopedas o terapeutas del lenguaje, puede marcar una diferencia significativa en el desarrollo del niño, minimizando el impacto negativo en su comunicación, desarrollo social y escolar.

La detección temprana de las alteraciones y dificultades en el lenguaje oral se erige como un pilar fundamental para minimizar su impacto en el desarrollo integral del niño. La plasticidad cerebral, especialmente durante los primeros años de vida, ofrece una ventana de oportunidad crucial para la intervención. Cuanto antes se identifiquen los signos de alerta y se implementen estrategias de apoyo, mayores serán las posibilidades de que el niño alcance su máximo potencial comunicativo, social y académico.

Signos de Alerta en las Diferentes Etapas del Desarrollo: (Martín, 2013)

La observación atenta por parte de padres, familiares cercanos, educadores de infantil y pediatras es esencial para identificar posibles dificultades en el desarrollo del lenguaje oral. Los signos de alerta varían según la edad del niño, pero algunos indicadores comunes incluyen:

  • Bebés y niños pequeños (0-3 años):
    • Falta de balbuceo o un balbuceo poco variado.
    • Retraso en la aparición de las primeras palabras (alrededor de los 18 meses).
    • Vocabulario limitado para su edad.
    • Dificultad para seguir instrucciones sencillas.
    • Falta de interés en la comunicación o en interactuar verbalmente.
    • Dificultad para combinar palabras en frases simples alrededor de los dos años.
    • Comunicación principalmente a través de gestos más allá de la edad esperada.
  • Niños en edad preescolar (3-5 años):
    • Dificultad para pronunciar la mayoría de los sonidos de su lengua materna.
    • Habla ininteligible para personas fuera de su círculo familiar cercano.
    • Uso frecuente de simplificaciones en las palabras.
    • Dificultad para construir frases gramaticalmente correctas.
    • Vocabulario significativamente menor que el de otros niños de su edad.
    • Dificultad para comprender preguntas sencillas.
    • Presencia de tartamudeo o bloqueos frecuentes al hablar.
  • Niños en edad escolar (6 años en adelante):
    • Persistencia de errores de pronunciación.
    • Dificultad para seguir el ritmo de las conversaciones.
    • Evitación de participar en actividades orales en clase.
    • Dificultad para expresar sus ideas de manera clara y organizada.
    • Problemas para comprender textos orales complejos.
    • Presencia de tensión o esfuerzo al hablar.

 

 

Conclusión:

Las alteraciones y dificultades en el lenguaje oral en los niños son problemáticas que van más allá de la simple producción de palabras. Su impacto en la comunicación, el desarrollo social y el rendimiento escolar enfatiza la importancia de la detección temprana y la intervención oportuna. Brindar el apoyo adecuado a estos niños les permitirá desarrollar sus habilidades comunicativas, fortalecer sus relaciones sociales y alcanzar su máximo potencial académico y personal.

Estas alteraciones y dificultades en el lenguaje oral en los niños trascienden la mera mecánica de la producción de palabras; representan nudos complejos en la trama de su desarrollo integral. Su impacto comienza en un punto y este se va en aumento, afectando no solo la forma en que se comunican y comprenden el mundo que les rodea, sino también la solidez de sus lazos sociales, la confianza en sí mismos y su capacidad para navegar con éxito el entorno académico. Un niño con dificultades en el lenguaje oral puede encontrarse atrapado en un silencio frustrante, donde sus pensamientos e ideas luchan por encontrar una expresión clara, limitando su participación activa en el intercambio de experiencias que moldea la infancia.

La detección temprana emerge, entonces, no como una simple formalidad, sino como un acto de profunda visión y empatía. Reconocer las señales sutiles o evidentes de estas dificultades en las primeras etapas del desarrollo es crucial para abrir una ventana de oportunidad terapéutica. La intervención oportuna, guiada por profesionales especializados, se convierte en un faro de esperanza, iluminando el camino hacia la adquisición de habilidades comunicativas. Este apoyo especializado no solo se centra en la corrección de patrones de habla o en la expansión del vocabulario, sino que también nutre la autoestima del niño, le proporciona estrategias para desenvolverse en situaciones sociales y le equipa con las herramientas necesarias para participar plenamente en el proceso de aprendizaje escolar.

 

 

 

 

Bibliografía

Agudo, G. (2009). El trastorno específico del lenguaje (TEL): un trastorno dinámico. Manuscrito enviado para publicación. . XIX Congreso Nacional de la Federación Española de Asociaciones de Profesores de Audición y Lenguaje.

Martín, F. F. (2013). Escuchemos el lenguaje del niño: normalidad versus signos de alerta. Pediatría Atención Primaria, 117-126. Obtenido de Scielo: https://dx.doi.org/10.4321/S1139-76322013000300014

Segundo, D. C. (2000). LA EVALUACIÓN ESPECIALIZADA DEL LENGUAJE ORAL. Universidad Nacional Mayor de San Marcos Facultad de Psicología.

Diplomado en terapia infantil

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