Negación Parental y Docente ante el Nuevo Acuerdo de Tiendas Escolares Saludables

 

Por GONZALEZ PADILLA CAROLINA

Por GONZALEZ PADILLA CAROLINA

Introducción

 

La implementación del nuevo acuerdo de tiendas escolares saludables, normado a través del Diario Oficial de la Federación (DOF), representa un esfuerzo significativo por promover hábitos alimenticios saludables en la población infantil y adolescente. Esta iniciativa busca contrarrestar la creciente prevalencia de obesidad, sobrepeso y enfermedades crónicas asociadas a una dieta deficiente en nutrientes esenciales y rica en productos ultraprocesados. Sin embargo, a pesar del marco legal y de la creciente conciencia sobre los efectos perjudiciales de la “comida chatarra”, se observa una resistencia palpable por parte de algunos padres de familia y docentes a adoptar plenamente este nuevo paradigma. Esta negación se manifiesta de diversas formas, desde la crítica abierta a la normativa hasta la omisión tácita, permitiendo o incluso facilitando que los alumnos continúen consumiendo alimentos y bebidas no saludables dentro y fuera del entorno escolar. El presente escrito explorará las posibles raíces psicológicas y sociales de este rechazo, analizando las implicaciones para la salud y el aprendizaje de los estudiantes, y proponiendo algunas reflexiones para abordar esta compleja problemática.

 

El Nuevo Acuerdo y la Resistencia Inicial

 

El establecimiento de lineamientos para la venta de alimentos y bebidas saludables en las escuelas mexicanas surge como una respuesta urgente a la crisis de salud pública que representa la obesidad infantil. La restricción de productos con sellos de advertencia nutrimental busca limitar la exposición de los estudiantes a altos contenidos de azúcares, grasas saturadas, sodio y calorías vacías. Si bien muchas instituciones educativas han comenzado a implementar estas regulaciones, la transición no ha estado exenta de desafíos.

 

Uno de los obstáculos más significativos radica en la resistencia de algunos padres de familia. A pesar de la información disponible sobre los efectos negativos de una dieta rica en productos ultraprocesados en el desarrollo físico, cognitivo y emocional de sus hijos, algunos padres continúan enviando lonches escolares que incluyen alimentos y bebidas no saludables. Esta actitud puede estar arraigada en diversas razones:

 

  • Hábitos arraigados: La alimentación es una práctica cultural y familiar profundamente arraigada. Cambiar los hábitos alimenticios, tanto propios como los de los hijos, puede generar resistencia por la comodidad de lo conocido y la dificultad de adoptar nuevas
  • Percepción de privación: Algunos padres pueden percibir la restricción de ciertos alimentos como una privación para sus hijos, asociando la “comida chatarra” con recompensas o gustos placenteros. Existe la falsa creencia de que estos alimentos son necesarios para la felicidad o el disfrute de los niños.
  • Falta de información o negación de los riesgos: A pesar de las campañas de concientización, algunos padres pueden no estar completamente informados sobre los riesgos a largo plazo de una alimentación no saludable o, incluso estando informados, pueden negar o minimizar estos riesgos para justificar sus propias elecciones o las de sus hijos.
  • Influencia del entorno social y publicitario: Los niños están constantemente expuestos a publicidad de alimentos y bebidas no saludables, lo que genera deseos y presiona a los padres para que los adquieran. El entorno social, donde otros niños consumen estos productos, también puede influir en la percepción de normalidad y aceptación.

 

  • Costo y accesibilidad de alternativas saludables: En algunos casos, la disponibilidad y el costo de opciones saludables pueden ser factores limitantes para algunas familias, aunque esta no siempre es la principal justificación para el envío de alimentos no saludables.

 

Por otro lado, también se observa una resistencia, aunque quizás menos explícita, por parte de algunos docentes. Esta puede manifestarse en una falta de compromiso activo en la supervisión del cumplimiento del nuevo acuerdo dentro del aula y en los espacios escolares. Algunas posibles razones para esta actitud incluyen:

 

Sobrecarga de trabajo: Los docentes ya enfrentan una gran cantidad de responsabilidades y la supervisión de los alimentos que consumen los alumnos puede percibirse como una carga adicional.

 

Temor a confrontaciones con los padres: Algunos docentes pueden evitar confrontar a los padres que envían alimentos no saludables por temor a generar conflictos o recibir críticas.

 

Normalización del consumo no saludable: En algunos casos, tanto docentes como personal escolar pueden haber normalizado el consumo de ciertos alimentos y bebidas no saludables, lo que dificulta la implementación efectiva del nuevo acuerdo.

 

Consecuencias para el Desarrollo y el Aprendizaje

 

La persistencia del consumo de alimentos y bebidas no saludables en la población escolar, a pesar de los esfuerzos regulatorios, tiene consecuencias significativas para el desarrollo integral de los estudiantes. A nivel físico, contribuye al aumento de la obesidad y el sobrepeso, factores de riesgo para el desarrollo temprano de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. Además, una nutrición deficiente puede afectar el sistema inmunológico, haciendo a los niños más propensos a enfermedades infecciosas y ausentismo escolar.

 

A nivel cognitivo y de aprendizaje, la alimentación juega un papel fundamental. Una dieta rica en azúcares simples y grasas saturadas puede provocar fluctuaciones en los niveles de glucosa en sangre, afectando la concentración, la memoria y el estado de ánimo. La falta de nutrientes esenciales, como vitaminas, minerales y ácidos grasos omega-3, puede comprometer el desarrollo cerebral y las funciones cognitivas necesarias para un rendimiento académico óptimo. Estudios han demostrado la relación entre una alimentación no saludable y dificultades de aprendizaje, hiperactividad y problemas de conducta en niños y adolescentes.

 

Reflexiones y Posibles Abordajes

 

Superar la resistencia parental y docente al nuevo acuerdo de tiendas escolares saludables requiere un enfoque multifacético que aborde las raíces psicológicas y sociales de esta negación. Algunas posies estrategias incluyen:

 

Mayor y mejor comunicación: Es fundamental intensificar las campañas de información dirigidas a padres de familia y docentes, utilizando un lenguaje claro y accesible, y resaltando los beneficios a corto y largo plazo de una alimentación saludable para el desarrollo y el aprendizaje de los niños. Se deben abordar las preocupaciones y creencias erróneas sobre la alimentación.

 

Educación nutricional integral: Incorporar la educación nutricional de manera transversal en el currículo escolar, involucrando a los alumnos, docentes y padres de familia. Esto puede incluir talleres, charlas informativas, actividades prácticas y la promoción de la participación activa de los estudiantes en la elección de alimentos saludables.

 

  • Fomentar un entorno escolar saludable: Crear un ambiente escolar que promueva activamente la alimentación saludable, no solo a través de las tiendas escolares, sino también en eventos escolares, celebraciones y actividades extracurriculares. Los docentes pueden servir como modelos a seguir, adoptando hábitos saludables y promoviéndolos entre los
  • Colaboración entre escuela y familia: Establecer canales de comunicación abiertos y fluidos entre la escuela y las familias para abordar las preocupaciones y trabajar en conjunto en la promoción de la alimentación saludable. Esto puede incluir reuniones informativas, talleres conjuntos y el desarrollo de estrategias personalizadas para cada alumno.

 

Conclusión

 

El rechazo y la negación por parte de algunos padres de familia y docentes al nuevo acuerdo de tiendas escolares saludables representan un desafío significativo para la promoción de hábitos alimenticios saludables en la población escolar. Comprender las motivaciones a esta resistencia, que pueden incluir hábitos arraigados, percepciones erróneas, falta de información o temor al cambio, es crucial para diseñar estrategias efectivas.

 

La salud y el futuro de nuestros niños dependen de un esfuerzo colectivo que involucre a las familias, las escuelas y la sociedad en general. Solo a través de la educación, la colaboración y un compromiso firme con la salud, podremos superar la sombra del rechazo y construir un entorno escolar donde la alimentación saludable sea la norma y no la excepción.

Diplomado en terapia infantil

Atenta invitación

Acerca de lo que compartimos en el Blog:


La AMPSIE no es responsable por ningún contenido de videos, fotos, artículos libros enlazadas con este blog. Todo ese contenido está enlazado con sitios tan conocidos como YouTube, Vimeo, Vevo,  recursos y libros encontrados en la web, del mismo modo si tienes algún recurso que quisieras compartir libremente para la comunidad, puedes enviarlo a nuestro correo y pronto lo verás publicado.  El objetivo de este blog es promover la difusión de la psicología, la psicoterapia y la educación, no la piratería. Si tú consideras que algún contenido de este blog viola tus derechos, por favor contactar al web master y lo retiraremos inmediatamente. Por favor escribe a 
[email protected]