Importancia del desarrollo psicomotriz en niños con trastorno autista en edad preescolar

Importancia del desarrollo psicomotriz en niños con trastorno autista en edad preescolar.

Nora Angélica Granados

Hasta hace algunos años la cultura de nuestro país mantenía una educación pensada únicamente para niños neurotípicos por fortuna en la actualidad, las instituciones tienen abiertas sus puertas a niños con NEE (Necesidades Educativas Especiales),  con apoyo de profesionales como USAER (Unidad De Servicio De Apoyo A La Educación Regular),  quienes se encargan de adecuar los programas educativos de acuerdo a las necesidades de este gran número de niños en este caso con autismo en edad preescolar.

para así lograr su adaptación al medio educativo desde temprana edad y adquirir fácilmente diversas habilidades  sobre todo en su desarrollo motriz grueso y así facilitar su  aprendizaje de manera global de acuerdo a las capacidades de cada uno de esos niños  por tanto se hace hincapié en que los alumnos con autismo.

Necesitan un complemento educativo de tipo corporal y emocional que los ayude a aprender a afianzar a aprovechar todas sus potencialidades al máximo enfatizando actividades físico motrices tan importantes en estos alumnos para lograr en ellos una adquisición de seguridad y así elevar su auto estima para poder estar integrados con sus compañeros neurotípicos ya que la psicomotricidad permite mediante el desarrollo de determinadas capacidades motrices y actividades mentales que son indispensables en los niños autistas  para triunfar en cualquier tipo de actividad.

Es importante promover y  mejorar las actitudes mentales por medio de aptitudes motrices, de acuerdo a sus necesidades debemos permitir al niño autista verse actuar y en consecuencia por imitación y comprensión  dirigir mejor su conducta y personalidad.

Para esto se debe capacitar al profesor para conocer que aptitudes debe desarrollar en sus alumnos, haciendo una elección adecuada de los ejercicios y los medios apropiados para lograr los resultados deseados, debido a la necesidad que existe de integrar a los alumnos con autismo a las actividades psicomotrices para un mejor desarrollo y convivencia con sus compañeros de grupo ya que si ellos no desarrollan esta habilidad difícilmente obtendrán seguridad en sí mismos.

A través de actividades sencillas pero innovadoras podremos lograr que el niño sea capaz de ubicarse y actuar en un mundo en constante transformación por medio de actividades y movimientos corporales.

¿QUÉ ES EL AUTISMO?

En mi experiencia con niños con autismo en edad preescolar podemos encontrar diversos casos y tipos de manifestaciones que nos pueden indicar, que el niño no se está desarrollando de manera adecuada y tomando en cuenta que el autismo es un trastorno generalizado del desarrollo que se manifiesta antes de los 3 años de edad y que se caracteriza por graves indicadores uno de los principales es la afección en la socialización, la comunicación, la imaginación, la planificación y la reciprocidad emocional, y evidencia conductas repetitivas o inusuales. Los síntomas, en general, son la incapacidad de interacción social, así como los movimientos incontrolados de alguna extremidad, generalmente las manos y balanceo. Son niños que se aíslan de sus compañeros, que les cuesta mucho interpretar las emociones y su entendimiento es de forma literal, ellos eligen con quien comunicarse. A esta edad por lo general no hablan,  utilizan mucho el lenguaje corporal, mantienen la mirada perdida difícilmente se puede lograr sostengan la mirada. Es como si estuvieran perdidos en su propio mundo de momento ríen o lloran sin motivo aparente para nosotros, apilan objetos o los forman en hileras, corren y trepan por cualquier parte sin medir el peligro por lo general no duermen y cuando logran dormir son periodos muy cortos este trastorno es definido por diversos autores como:

Los Trastornos del Espectro Autista es un ‘trastorno del desarrollo infantil para toda la vida caracterizado por tener una dificultad para interactuar socialmente y comunicarse con los demás, así como presentan una tendencia a comportamientos repetitivos e intereses restringidos’ El TEA, el cual incorpora el Síndrome de Asperger, afecta la habilidad de Comunicación de los niños, así como su relación con otras personas. Es más común en niños que en niñas, con una proporción hombre mujer de cerca de 3:1 (Frith & Hill, 2004).

En 1942, Kanner fue el primero en describir la condición del autismo sistemáticamente. Un año después, Asperger describió a algunos niños con una condición similar que se conoce como el Síndrome de Asperger (SA) (Howlin, 2005).

En cuanto al nivel de inteligencia y la diversidad de capacidades de las personas con autismo son muy variables aunque la inmensa mayoría (75 %) presentan una deficiencia mental asociada de diverso grado. En algunos casos, sin embargo, pueden ser normales en ciertos aspectos o incluso estar por encima de la media. Por otro lado, algunas personas pueden ser agresivas hacia sí mismas o hacia los demás.

Hay muy pocas personas con autismo que tengan capacidades suficientes para vivir con un grado importante de autonomía, y la mayoría requieren una gran ayuda durante toda la vida.

Los trastornos del espectro autista afectan, aproximadamente, a 1 de cada 1000 nacimientos y es mucho más frecuente en el sexo masculino que en el femenino, en una proporción de 4 a 1.

Podemos observar que con independencia  de los tres síntomas fundamentales se incluye un criterio temporal, de manera que sólo se puede diagnosticar el Trastorno Autista sí, además de estos síntomas, se observa una alteración importante, básicamente con anterioridad a los 3 años de edad, en como mínimo una de estas tres áreas del desarrollo: interacción social, lenguaje utilizado para la comunicación social y juego simbólico o imaginativo. El motivo de la inclusión de este criterio temporal es el de poder diferenciar entre el Trastorno Autista que, por definición, aparece muy precozmente, del Trastorno Desintegrativo de la Infancia, que se manifiesta después de un periodo de aparente normalidad no inferior a los 2 años de edad.

TEORÍAS DEL AUTISMO

Hablando de las teorías del autismo en cuanto al desarrollo psicomotriz, podemos citar la teoría de kanner quien nos dice que se ha creído que las capacidades motoras de los niños autistas no estaban afectadas, ya que a simple vista y sin un estudio más profundo, no manifestaban algún tipo de déficit o de movimientos acompañados como por ejemplo espasmos u otro tipo de movimientos involuntarios, pero se ha comprobado que esto no es del todo cierto. (Lorna Wing, M.P.)

Tomando en cuenta esta teoría Y en cuanto a mi experiencia con niños autistas en edad preescolar estoy de acuerdo con ella,  ya  que Jorge un niño que ingresa al jardín al año seis meses, inicia presentando una conducta de aislamiento de no empatía con sus pares, comunicándose solamente por un lenguaje corporal, apilando objetos, sin tomar en cuenta las indicaciones, pero con una energía excesiva y un desarrollo motriz grueso y fino más desarrollado que el resto de sus compañeros neurotipicos, a lo largo de su desarrollo se pudo observar cómo se comunicaba solo con quien el decidía, que presentaba conductas totalmente distintas al resto de sus compañeros que no ponía atención, que realizaba solo las actividades que él quería, mientras sus demás compañeros jugaban en grupo,  él lo hacía solo corriendo y trepando por todo el salón, por lo tanto pude observar que Jorge era un niño con NEE. Sin tener un diagnóstico, una vez que fue diagnosticado autista.  Pude comprobar la teoría de kanner, pues en realidad el autismo de Jorge, no era motivo para que el no desarrollara su capacidad psicomotriz.

Después de trabajar con el niño durante el ciclo escolar, se pudo lograr que Jorge empezara a balbucear y decir alguna que otra palabra y a realizar algunas actividades con sus compañeros, sin embargo hacer la selección de personas con las que quiere comunicarse, se establece un apego hacia esas personas y se pudo observar, como Jorge podía agredir a los demás niños que se acercaban a las personas de su elección

La enseñanza aprendizaje y posterior dominio para la ejecución de cualquier forma de actividad física en autistas no se desarrolla de la misma manera que en la mayoría de las personas (molina ana luisa)

Cuando son pequeños muchos muestran una actividad excesiva aunque en la adolescencia  pueden volverse poco activos
Descubrir por qué los niños autistas tienen la función ejecutiva dañada puede ayudar a desarrollar mejores terapias orientadas a mejorar su habilidad para prestar atención y resolver problemas.

Específicamente, los investigadores han encontrado que la actividad en el núcleo caudado, un componente crítico de circuitos que enlazan la corteza prefrontal del cerebro, está reducida en los niños autistas.

Estos descubrimientos tienen implicaciones importantes, dado que los circuitos prefrontales desempeñan un papel esencial en concentrar y mantener la atención, así como en trazar planes, establecer metas, y mantener esas metas en la memoria durante el proceso de solucionar problemas y el de tomar decisiones, es por esto que al trabajar la psicomotricidad desde temprana edad en el niño autista desarrollara habilidades que le permitirán prepararse para la vida, ya que considero que no se debe presionar al alumno en el área cognitiva pues su capacidad de pensamiento es muy literal,

CONSECUENCIAS A NIVEL MOTOR.

En  base a la observación en niños con autismo se puede decir que sus capacidades motoras no están dañadas ya que sus movimientos y habilidades, se presentan de manera normal sobre todo en la etapa preescolar, sin embargo si no se hace una intervención oportuna en esta área los niños autistas crecen y dejan de desarrollar estas habilidades sobre todo de coordinación en sus movimientos y es aquí donde puede llegar a aumentar el aislamiento de este tipo de  alumnos. En escuelas regulares ya que se ha observado que los mismos profesores de educación física no les integran a la realización de las actividades correspondientes, ya que debe existir una planeación especial para dichos alumnos puesto que aun perteneciendo a una escuela regular, el trabajo con ellos debe realizarse de manera personalizada, básicamente de acuerdo a las características y necesidades del alumno.

En general, el niño con autismo manifiesta retraso en las habilidades motrices. El nivel de ejecución de estas habilidades, es comparable al del retraso mental, lo que nos corrobora la existencia de una disfunción cerebral. (Pastor, Bibiana, 2005)

De acuerdo a la continuación de los estudios enfocados al autismo. Cuando son pequeños, muchos muestran una actividad excesiva aunque en la adolescencia pueden volverse poco activos. Y se ha observado que a menudo hacen muecas, sacuden o hacen girar las manos, caminan de puntillas, arremeten, se arrojan, pasean de un lado a otro, mecen y balancean el cuerpo, y giran la cabeza o golpean con ella, algunos de estos movimientos parecen ser involuntarios, en algunos casos aparecen de manera intermitente, mientras que en otros son continuos.

Las principales causas de los problemas motores que manifiestan las personas con autismo, se deben a serias deficiencias a nivel vestibular y propioceptivo:

  • Vestibular

El sistema vestibular (oído interno) es fundamental en el equilibrio, la percepción del espacio y en orientación del cuerpo en relación a éste; por ello algún problema en este sistema va a conllevar lo siguiente:

  • Mala coordinación de la sensación de movimientos.
  •  Control postural pobre.
  •  Inseguridad gravitatoria.
  •  Problemas espaciales.
  •  Deficiencias en el equilibrio.

El sistema propioceptivo es el encargado del funcionamiento armónico de músculos, tendones y articulaciones, así como de regular la dirección y nivel o tipo de movimiento; por

Este motivo un déficit en este sistema ocasiona:

  •  Torpeza motriz.
  • Alteración del tono muscular
  • Dificultad para mantener cabeza y cuerpo erguidos.
  • Realizar actividades coordinadas con las dos manos y manejar herramientas: esto se debe a su falta de motricidad fina, en general por la falta del desarrollo de la psicomotricidad.
  • ausencia de noción de peligro.
  • Auto estimulación, hasta llegar al punto de la autolesión.

LA PSICOMOTRICIDAD:

Es parte del desarrollo de todo ser humano, relaciona dos aspectos: funciones neuromotrices, que dirigen nuestra actividad motora, el poder para desplazarnos y realizar movimientos con nuestro cuerpo, como gatear, caminar, correr saltar, coger objetos escribir, etc., y las funciones psíquicas que engloba procesos de pensamiento, atención selectiva, memoria, lenguaje organización espacial y temporal.

Dentro de los aprendizajes tempranos, la psicomotricidad ocupa un lugar prioritario. El niño/a hasta los 5 años se encuentra en un periodo evolutivo básicamente perceptivo motor, que organiza su mundo a través de sus percepciones, subjetivas siendo su propio cuerpo el canal más fácil para la adquisición del conocimiento.

Rosina uribe (2007)

Cuantas más oportunidades se le ofrezcan a un niño o niña autista para que desarrolle su capacidad motora habrá un amplio beneficio en el desarrollo global de su inteligencia y futuros aprendizajes.

Obteniendo así habilidades en el movimiento con las cuales  experimentara sensaciones de dominio, de auto estima, etc. Y de la misma forma favorecerá su equilibrio emocional, teniendo repercusiones positivas en su capacidad para concentrarse en los deberes y llegar a ser una persona independiente y preparada para la vida.

Los primeros años son cruciales para conseguir el desarrollo motriz. El movimiento va mejorando de forma progresiva, pero después de los 5 o 6 años no aparecen habilidades corporales nuevas.

DESARROLLO MOTOR

El desarrollo motor persigue un patrón el cual va a la par del proceso de maduración neurológica, dicho patrón corresponde al Céfalo caudal, “que se refiere a la progresión gradual en el control del movimiento muscular de la cabeza a los pies y que está presente en la fase prenatal, fetal, y más tarde en el desarrollo postnatal”

(Ministerio de educación pública, 1996 pag. 16)

Con base a esta definición se puede afirmar que el niño con autismo  requiere primero tener control de los músculos grandes de su cuerpo para poder luego desarrollar los músculos más finos.

Dentro del desarrollo motor existe una clasificación la cual es: Desarrollo motor grueso y Desarrollo motor fino.

El Desarrollo Motor fino  corresponde al control de los movimientos finos (pequeños, precisos), como por ejemplo señalar de manera precisa un objeto pequeño con un dedo en lugar de mover un brazo hacia el área en general. ”Abarca las destrezas que el niño va adquiriendo progresivamente en el uso de sus manos, para tomar objetos, sostenerlos, y manipularlos en forma cada vez más precisa”

La motora gruesa hace referencia a las habilidades en las cuales el alumno autista va adquiriendo para mover armoniosamente los músculos del cuerpo de modo que puede, poco a poco, mantener el equilibrio de la cabeza, del tronco y extremidades para sentarse, gatear, ponerse de pie, y desplazarse con facilidad caminando y corriendo

(-Hernández y Rodríguez)

DESARROLLO PSICOMOTOR

De los dos a los cinco años: La acción y el movimiento predominan sobre los elementos visuales y perceptivos. Se inicia la lateralización, predominio motor de un lado del cuerpo respecto al otro (lo que determinará que sea diestro -que no torero- o zurdo).

De los cinco a los siete años: Se produce una integración progresiva de la representación y la consciencia de su propio cuerpo; cada vez más, el niño/a va afinando en el control de las diferentes partes de su cuerpo y del de los demás. El proceso de integración del esquema corporal se alarga hasta los once-doce años.

Lateralidad

Con esta palabra, nos referimos al predominio motor de un lado del cuerpo respecto al otro (ser diestro o zurdo). La base a partir de la cual el niño va diferenciando uno de otro lado del cuerpo es el equilibrio, ya que para mantenerlo debe realizar una serie de movimientos de compensación con uno y otro lado del cuerpo. A medida que va experimentando con uno y otro lado va estableciendo las posibilidades y diferencias de cada lado.

A nivel social, existe una marcada tendencia hacia lo diestro, y años atrás incluso se «forzaba» a niños y niñas de tendencia zurdos a «cambiar». Hoy en día está comprobado el error que supone forzar al niño a este cambio, y lo más conveniente es favorecer y estimular sus habilidades teniendo en cuenta que progresivamente irá manifestando cada vez más su predominio lateral. Respetar e incluso potenciar sus tendencias naturales será positivo para sus aprendizajes, tanto manipulativos como intelectuales (orientación en el espacio, aprendizaje lecto-escritura, etc.). La lateralización se consolida siguiendo el siguiente esquema:

Al principio, el niño/a realiza movimientos bilaterales, es decir, lo que hace con una mano repercute en la otra. Su cuerpo reacciona global mente.

Más adelante, hacia los dos años, incluso antes, experimenta alternativamente con una y otra mano, lo que le permite comparar resultados. Hay que destacar que no tiene adquirido el concepto de izquierda o derecha; la adquisición de dichos conceptos se alarga hasta los seis-siete años. La mano no es el único miembro de predominio lateral, sino que, en general, es todo el eje, de cabeza a pies (visión, mano y pie de un mismo lado). En algunas personas se puede desarrollar lo que se denomina lateralidad cruzada (por ejemplo, se es zurdo de mano y diestro de ojo y pie).

De cinco a siete años podemos decir que la noción de derecha e izquierda se tiene en relación al propio cuerpo; Entre los ocho y los doce años el niño/a es capaz de comprenderlos desde el punto de vista de los otros y de los objetos (está situado en el espacio).

La representación gráfica

Hemos visto a lo largo del apartado del desarrollo psicomotor que en los niños y niñas el proceso de aprendizaje está estrechamente ligado al desarrollo físico, y a la posibilidad de ir ampliando cada vez más su capacidad de movimiento y el conocimiento de su propio cuerpo.

Progresivamente, las niñas y los niños son capaces de hacer representaciones mentales de lo que ven y observan, muy ligadas a sus vivencias y experiencias. La capacidad de representar gráficamente, mediante dibujos, la realidad que ven también se desarrolla mediante unas etapas o procesos. Veamos estas etapas y observemos mediante los ejemplos del dibujo de la figura humana que su representación se corresponde a las etapas de integración del esquema corporal.

 

  •    2-4 años: etapa del garabateo. El niño/a hace garabatos, experimenta con el lápiz o colores el gesto que realiza y el trazado que hace (por ejemplo líneas desordenadas circulares). Necesita espacios amplios (porque el trazo es largo) y por eso pintará en el suelo, paredes o también en papeles grandes, con lápiz o colores de trazo grueso, ya que los de trazo fino son para una precisión que aún no tienen. Los primeros trazos de experimentación no tienen sentido para el niño/a, y se puede salir fácilmente del papel, ya que aún no han desarrollado una coordinación viso-manual. Poco a poco van coordinando la vista y el gesto y realizan garabatos con gestos controlados (líneas más o menos rectas y circulares). En educación infantil, sobre todo en el segundo ciclo, se estimula mucho el dominio del gesto, básico para el aprendizaje de la escritura. Finalmente, el niño empieza a realizar garabatos y a darles un nombre (es mamá o soy yo), aunque no se pueda reconocer nada, aspecto muy importante porque se tiene la comprensión de que a través de los movimientos que realiza puede representar lo que le rodea.

4-7 años: etapa pre-esquemática. Se caracteriza por la creación consciente de la forma, es el inicio de la comunicación gráfica. El niño/a tiene un cierto grado de conocimiento de su cuerpo y sus diferentes partes (recordemos que en el proceso de integración del esquema corporal primero son partes globales del cuerpo: cabeza, tronco y extremidades y luego elementos que integran esas partes. Así pues, la representación de la figura humana sigue el mismo proceso (los niños de estas edades dibujaran la figura humana solo con la cabeza y las extremidades, incorporarán el tronco y, progresivamente, pondrán dedos a sus manos, dos, tres, hasta los cinco totales) y el cuello entre la cabeza y el tronco. Dentro de la cara, ojos y boca y más adelante otros elementos, a medida que vayan profundizando en el conocimiento de su cuerpo y del de los demás.

BIBLIOGRFIA

Criterios para el diagnóstico de F84.0 Trastorno autista [299.00]

Albores, L., Hernández, L., Díaz, J. & Cortes, B. (2008). Dificultades en la evaluación y

diagnostico del autismo. Una discusión. Salud Mental, 31 (3), 37-44.

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Fuentes de Información:

  • autismodiario.org
  • Attwood,T.(2009),Guía del Síndrome de Asperger.Madrid, España,Editorial Paidos Iberica.
  • Wing,L.(1996),Síndrome de Asperger en Niños y Adultos.Barcelona, España.Editorial Paidos Iberica.
  • Varios autores.(2008),Los Trastornos del expectro Autista.Barcelona,España.Editorial Consejeria de educación.

http://www.efdeportes.com/efd108/el-nino-autista-en-la-clase-de-educacion-fisica.htm

DOMUS. (2011). DOMUS model to support people with autism [Modelo DOMUS de

Atención al Autismo] [Online]. Mexico. Available: http://www.institutodomus.org/ [Accessed8 November 201

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